Deportivo Cali se despidió de la Copa Libertadores con una humillante derrota, sin triunfos, como el equipo más goleado de su grupo y además como el colero de una zona en la que también están Boca Juniors, Rácing y Bolívar de La Paz.
La Copa, en términos generales, fue un suplicio para los azucareros; resultó ser un trago amargo porque fue demasiado el sufrimiento para terminar despidiéndose del torneo apenas en la primera fase.
Este miércoles, en su último compromiso, el Deportivo Cali cayó 6-2 ante un Boca que sin ser una máquina, hizo lo necesario para quedarse con el triunfo en una Bombonera que presentó un pésimo estado, con mucho pantano en varias sectores.
Una vez más la zona defensiva del Cali volvió a fallar en determinados momentos y eso lo aprovechó el cuadro xeneize para anotar seis goles, que fácilmente pudieron ser más si no es por la buena presentación del arquero Luis Hurtado.
Apenas iba un minuto y ya Boca gozaba de su primera opción con un tiro libre de Lodeiro que atajó Hurtado.
El 1-0 llegó a los 16 por medio de Frank Fabra, quien se llevó de fuerza a los zagueros caleños y luego sacó un zurdazo para el festejo xeneize.
Cali siguió apurado en defensa, pero en dos minutos se produjeron las mejores situaciones del partido. A los 35 lo empató el azucarero por medio de Mateo Casierra, y a los 36 el mismo delantero puso de manera sorpresiva el 2-1 para los verdiblancos.
Pero la alegría duró muy poco porque a los 37 lo igualó Andrés Chávez. Boca fue de largo y a los 71 puso el 4-2 con golazo de Carlos Tévez. Jara y Palacios hicieron los otros dos goles.
Antes, en el minuto 69, Deportivo Cali se había quedado con un hombre menos por expulsión de Germán Mera.
De esa manera, desdibujado y goleado en La Bombonera se despidió el onceno colombiano de la Copa.
Fue un trago amargo para un equipo muy joven, que equivocó la fórmula para afrontar un torneo en donde los otros clubes se reforzaron con todo.
