El dirigente paraguayo dijo que, entre sus grandes promesas, está que Suramérica sea protagonista en el Mundial de 20230, cuando se celebra el centenario de la primera Copa del Mundo.
El paraguayo Alejandro Domínguez fue reelegido este jueves como presidente de la Conmebol en el 81° congreso ordinario del organismo, que se desarrolló en su sede de Luque, en las afueras de Asunción del Paraguay.
“Con muchísima pasión renuevo el compromiso. Me siento animado a seguir adelante con el trabajo que empezamos. Lo que se viene es todavía mejor”, expresó el paraguayo.
Domínguez es presidente del órgano rector del fútbol sudamericano desde 2016 y con su reelección seguirá al frente hasta 2030.
El presidente de la Fifa, Gianni Infantino, dijo en un mensaje que Domínguez “hizo un excelente trabajo al frente de la Conmebol en los últimos años y su reelección es merecida”. “El fútbol unirá al mundo”, enfatizó.
Domínguez asumió la presidencia de la Conmebol tras el affaire Fifagate, que descubrió una red de corrupción en el fútbol que llevó a la detención y enjuiciamiento de más de una decena de dirigentes, la mayoría de ellos suramericanos.
Bajo su mandato, el organismo recuperó más de 130 millones de dólares en el marco de ese caso hasta la fecha, señaló un informe oficial difundido en la asamblea. En el último tramo de la asamblea, los dirigentes recibieron al presidente de Paraguay, Santiago Peña.
En presencia del mandatario, Domínguez reafirmó su “compromiso con la honestidad, la transparencia y la rendición de cuentas” y dijo que la generación de ingresos no debe hacerse a costa de clubes endeudados.
El titular de la Conmebol anunció la implementación de un “Fair Play financiero” como el próximo paso hacia una estructura más sólida y responsable.
“No queremos clubes endeudados, queremos clubes fuertes. Queremos jugadores que cobren en tiempo y forma. Queremos que se invierta la plata en la logística que va a asegurarnos el futuro”, precisó.
“Para ser campeón tenés que tener el mejor equipo”, remarcó en su mensaje y destacó que los equipos sudamericanos no solo deben salir a competir con los de otras regiones. “Vamos a salir a ganar”, indicó.
“No importan los nombres, importa alcanzar el máximo trofeo para que el fútbol suramericano mantenga en alto su historia y se proyecte para conquistar el mundo”, subrayó.
Además del Mundial de 2026 en Norteamérica, a los países socios de la Conmebol les espera como desafíos inmediatos el Mundial Sub-20 en Chile en septiembre y octubre, el Mundial Sub-17 de Qatar en noviembre, la Copa América femenina de 2025 en Ecuador y el Mundial femenino, que se celebrará en Brasil en 2027.
En 2028, mientras tanto, se celebrará la Copa América, cuya última edición, en 2024, se disputó en Estados Unidos y fue ganada por Argentina.
“La última edición de la Copa América fue única. Batió todos los récords. Si logramos eso hace poco, lo que tenemos que lograr en 2028 tiene que ser aún mayor”, reflexionó.
Domínguez también reivindicó el derecho de ser parte de la organización del Mundial de 2030. “En 2030, la Copa Mundial de la Fifa volverá a sus orígenes: Suramérica, 100 años después de la primera edición. El fútbol reconoció al Uruguay y a Suramérica como la casa del primer Mundial, donde todo comenzó”, dijo.
“Y ahora estamos exigiendo querer ser partícipes, protagonistas en la organización de ese Mundial. Porque este no es cualquier Mundial. Este es el Mundial de los 100 años”, puntualizó.
