La calidad que exhibió como futbolista durante 18 años de carrera profesional le dieron el rótulo de “Maestro”. Así lo llaman aún, ahora que está dedicado a la dirección técnica, a compartir conferencias de crecimiento personal y a escribir libros sobre el deporte y la vida.
Alexis García Vega, nacido en Chocó pero criado en Medellín, y próximo a celebrar su cumpleaños 60 (21 de julio), le saca provecho a la cuarentena para transmitirles mensajes positivos a sus jugadores.
En diálogo con EL COLOMBIANO, Alexis salió en defensa de los futbolistas, señalados por sus altos salarios y transferencias costosas.
Desde su perspectiva como entrenador, ¿qué piensa de lo que está sucediendo en el mundo por la pandemia?
“Es una situación que llegó abruptamente y sin nadie preparado para enfrentarla. Es una crisis, no sé si sea creada o real, pero obligó a todo el mundo a repensar sus prioridades, a mirar hacia dentro y no hacia afuera, es decir, de una manera colectiva. Esto hace que hoy la gente se dé cuenta que somos instrumentos y que vinimos a la tierra a hacer música, pero de orquesta, a pensar en sincronía con los demás; esto no se trata únicamente de mirar mi propio bienestar, sino aprender a vivir en comunidad”.
¿Cómo se alista para lo que viene como líder de una institución como La Equidad?
“He estado solidificando algunos conceptos, inclusive casualmente días antes de que se declarara la pandemia creé el Proyecto Magia, el nuevo modelo de liderazgo que hay que seguir y que no depende tanto de la motivación, sino de la inspiración. Tiene muy poco que ver con seguir llenando de conocimientos la mente y de explorar más el corazón; busca trabajar la persona para después crearle un gran rendimiento al personaje. Esto que está pasando nos lleva a repensarnos como entrenadores, como seres humanos que tenemos que ser líderes del ejemplo, del afecto y saber que los generales comen al final y no al principio, y que la clave está en ser útiles más que importantes”.
Para usted, ¿cuál es la prioridad en este momento?
“Debe ser el crecimiento y para mí el fútbol hace parte de él. Me parece que lo están mirando muy de lado como que solo fuera un negocio. Considero que este deporte es el bastión anímico de este país, es el juguete con el que la gente libera el loco que lleva por dentro, es una oportunidad magnífica para ser mejores y no lo podemos señalar. El fútbol es generoso y eso lo hace tan importante para todos, así que mucho antes de que ocurriera esto, debería estar moviéndose en la sociedad como un miembro más, de esos que están encargados de generar felicidad y paz”.
¿Cree que por estos días ha sido injusto con los futbolistas al comparar sus ganancias y sueldos con los de otros profesionales?
“Claro que es injusto y es un poco de ignorancia. Hay quienes no saben que el fútbol es un don que no es de la tierra, sino que lo da Dios. Cualquier futbolista, a la edad que quiera, puede volverse médico, sin menospreciar esa gran profesión, pero lo contrario no es posible. Es decir, es algo innato que viene de arriba y eso hace que sea corto, pero son momentos intensos de la vida que le permiten al jugador proyectarse en la sociedad, dejar huella y también construir su futuro. Sacrificando, como la gente no creería, toda su juventud en concentraciones en hoteles, viajes, lejos de la familia, y por eso tiene la posibilidad de alcanzar un buen nivel económico”.
Igual se puede decir de un cantante, un pintor, un artista, y no son señalados...
“Sin menospreciar las profesiones porque hay personas grandiosas en todas ellas, y como decía Viktor Frankl, también hay gente brillante en algunas posiciones haciendo cosas horribles, yo quisiera saber si hay tanta gente con la capacidad de influencia como la de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo en el mundo. Ellos han demostrado que con capacidad y esfuerzo se puede llegar hasta donde quieras”.
Hay una realidad y es que el tema económico va a afectar a la gente del fútbol: transferencias, salarios... ¿Cree que habrá madurez para enfrentar eso?
“Yo creo que no la hay, para qué nos vamos a mentir, no hay esa preparación. Por eso todos estos talentos a través de los tiempos han llegado a lo más alto, pero después muchos han caído por no haberse asesorado bien, no haber generado un ingreso diferente al fútbol, no capacitarse en cosas que le permitan seguir produciendo. Es muy largo el camino entre la raya, el final del juego del estadio, y el mundo. De ese recorrido que es corto para ellos, es muy difícil. Lo que tenemos que hacer es que los jugadores se llenen de información de valor y que sepan que el fútbol no dura para siempre”..
¿En esta cuarentena ha aprovechado para retroalimentarse de sus dirigidos y a hablar de la familia y otras prioridades?
“He encontrado que lo primero que aprendieron fue a valorar el trabajo que tienen, porque si el ser humano quiere abundancia y prosperidad debe tener en cuenta la gratitud y en este tiempo se ha hablado mucho de eso. Su profesión es su afición y por eso les pagan, ese es un privilegio de muy poca gente. Por eso hay que valorar los salarios, la institución en la que están, la familia, los amigos, el poder de un abrazo, de manifestar los sentimientos y creo que mis jugadores han hecho conciencia en ello”.
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