Agua, sol, niebla, pantano, obstáculos en la vía, todo eso debieron superar durante siete días los 226 competidores que estuvieron en la tercera edición de la Leyenda del Dorado, competencia que además de lo deportivo busca que el departamento de Caldas se muestre al mundo también en el campo turístico, gastronómico y arquitectónico.
La antioqueña Mónica Calderón, quien junto a la venezolana Liliana Uzcátegui lograron coronarse en la categoría élite, describió el evento como algo increíble y exigente.
“No pudo ser mejor mi transición del ciclismo de ruta al de montaña. La Leyenda del Dorado me permitió conocer paisajes hermosos de Caldas y transitar por trayectos exigentes. Una experiencia increíble”, dice la nacida en Támasis hace 29 años.
Mónica, una de las más destacadas ciclistas de ruta, por falta de patrocinios decidió diversificar en el ciclismo y arriesgarse con el cross country, con buenos resultados hasta el momento.
“Me tenía mucha fe, confiaba en mis condiciones, pero sabía que era algo nuevo y cualquier cosa podía pasar. Sin embargo tuve mucha suerte, además de una gran compañera, porque correr por parejas no es nada fácil: hoy puedo estar bien yo y mi compañera no o al contrario. Lo importante fue que al principio les cogimos un buen tiempo a las rivales y eso nos permitió estar más tranquilas al final para poder ganar”.
Para esta deportista paisa, la tercera etapa entre La Rochela y Salamina, de 97 kilómetros, fue extremadamente exigente.
“Fracción muy, pero muy dura, por las condiciones del clima ya que llovió mucho y fueron varios los pasos por pantano que obligaron a bajarnos de la bicicleta y volvernos a subir. Eso es duro, pero logramos terminarla. Fue agotadora, demasiado. Al final siento la emoción de ganar y de poder decirle a la gente que es un evento para vivirlo y disfrutarlo” .