Las autoridades japonesas del boxeo anunciaron este martes la puesta en marcha de reglas más estrictas en lo referente a la pérdida de peso con el objetivo de evitar la deshidratación de los boxeadores, tras el reciente fallecimiento de dos púgiles.
La Asociación Japonesa de Boxeo Profesional (JPBA), la Comisión Japonesa de Boxeo (JBC) y los propietarios de gimnasios decidieron implantar test de orina para medir la deshidratación, entre otras medidas encaminadas a controlar la pérdida rápida de peso de los boxeadores, declaró el secretario general de la JBC Tsuyoshi Yasukochi.
Los responsables nipones de este deporte decidieron “tomar todas las medidas posibles para que la muerte de estos dos boxeadores no sea en vano”, indicó Yasukochi.
¿Por qué fallecieron los boxeadores?
Se esperaba que la velada de boxeo fuera un éxito. Los púgiles siempre está “expuestos” a recibir golpes que los dejen con heridas. Incluso, se someten a la “vergüenza” de ser noqueados como le ocurrió a Floyd Patterson y narró en un texto de Gay Talese. Pero no solo hay pena por caer en el cuadrilátero, sintiendo que se está sobre nubes para después pararse y experimentar los señalamientos de la gente.
También se exponen a que los golpes que reciben pongan en riesgo su salud, la vida. Eso le ocurrió a los dos boxeadores que murieron en Japón. Urakawa, de 28 años, se enfrentó con Yoji Saito en la pelea del 2 de agosto. La perdió después de ser noqueado por un golpe en la cabeza. Sí, perdió la consciencia. Lo llevaron a un hospital y ahí se dieron cuenta que tenía un hematoma subdural, sangre acumulada entre el cerebro y el hueso del cráneo.
Le hicieron una cirugía de emergencia. Sin embargo, no fue posible estabilizarlo. Lo mismo ocurrió con Kotari, quien en su combate con Yamato Hata, recibió golpes en la cabeza y, aunque no salió por ser noqueado (la pelea terminó empatada), hubo necesidad de intervenirlo quirúrgicamente, pero también falleció.