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En estos días de tanta tribulación alrededor de su equipo, los hinchas de Nacional apelan a la nostalgia del recuerdo de esa temporada de ensueño en 2016 en la que muchos sueños aplazados se hicieron realidad.
Pero no siempre los factores que confluyen a lo largo de una campaña se juntan para crear el escenario perfecto. A veces los logros en el fútbol se consiguen en medio de un ambiente complejo.
La mayoría de estos casos no llegan a los tres extremos reseñados en esta página (ver anexo), pero sí necesitan factores comunes como una plantilla madura y un líder que sepa sacar provecho de un grupo discordante.
Esto, según lo explica el sicólogo deportivo Marcelo Roffé. “En estos casos sí que es necesario tener un técnico que sepa ejercer un liderazgo sutil”, expone el especialista.
Una buena estrategia, explica, es asignar tareas específicas dentro del grupo que le ofrezca notoriedad a todos los jugadores, no solo a los referentes. “Con esto, más allá de las diferencias personales que existan, se empieza a fortalecer la noción de objetivo grupal”, amplía.
Delegar es una función clave del técnico en tiempos de crisis. “Nada peor como creer llegar a ser el salvador. Mientras menos notoriedad sean las acciones del entrenador más se destacan las de los jugadores”, complementa.
Carlos Bianchi, con Vélez; Marcelo Lippi, en Italia y Tomasso Maestrelli con Lazio son tres ejemplos de ese liderazgo que, aún en tiempos de apremio, cosecharon sendos triunfos.
Hay otras formas de liderazgo que contrastan con el expuesto pero que son también efectivas.
Recientemente, el técnico Jorge Luis Pinto contó a este medio sus vivencias al frente de la Selección Costa Rica que condujo a unos históricos cuartos de final en el Mundial de Brasil-2014.
“Los jugadores acabaron confrontando mi método de trabajo. Por eso el proyecto fue insostenible. Pero en la disposición que tuvieron en la eliminatoria y el Mundial para cumplir una preparación rigurosa y un trabajo táctico exigente, demostraron que estaban dispuestos a que primara un objetivo histórico para el fútbol de su país por encima de su situación individual. Eso es lo que debe contar”, relató el seleccionador.
El fracaso de los dos últimos cuerpos técnicos, los señalamientos externos y la presión por los resultados recientes endilgan un peso que Nacional tendrá que cargar en los meses posteriores.
Encontrar la estrategia adecuada para orientar este grupo de jugadores podría llevar a un desenlace muy diferente al que hoy se vaticina.
CERO AFINIDAD, MUCHA JERARQUÍA
José Luis Chilavert y Christian Bassedas, íconos del Vélez Sársfield campeón mundial en 1994, confesaron que el grupo tenía tan poca afinidad que en varios partidos claves amagaron irse a los golpes.
LOS PROBLEMAS ESPERAN EN CASA
Mientras avanzaban rumbo al título mundial en 2006, 10 jugadores italianos hacían parte de la más grande investigación en su país por amaño de partidos, problema que afrontaron al regresar.
ARMAS, FÚTBOL Y GLORIA
En 1974, de la mano del técnico Tommaso Maestrelli, Lazio es campeón de Italia a pesar de estar conformado por dos bandos fascistas y radicales, y que llegaban armados a entrenamientos.