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Spotify ubicó al caleño Junior Zamora en su exclusiva lista de “artistas prometedores 2024”

Junior es cantante, compositor y multinstrumentista. Ha publicado dos discos: EGO (2023) y la trilogía Drama (2023).

  • Junior Zamora empezó a hacer música en la iglesia a la que iba con su familia. Tenía cuatro años cuando empezó a tocar la batería. Foto Nicolo Meneses
    Junior Zamora empezó a hacer música en la iglesia a la que iba con su familia. Tenía cuatro años cuando empezó a tocar la batería. Foto Nicolo Meneses
27 de enero de 2024
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Junior Zamora tiene una voz hipnótica que hace que su música resuene en lo más profundo de quien lo escucha. Su voz abraza, contiene y cautiva tanto, que ha hecho de Junior uno de los artistas más prometedores del país. Incluso, este año Spotify lo incluyó en su lista de Artists To Watch 2024.

Y a Junior si que hay que tenerlo en la mira, pues aunque se conoce poco, ha hecho mucho. Empezó haciendo música en la iglesia, cuando era apenas un niño, luego hizo parte de la banda Alto Volumen, y de ahí emprendió su camino como solista.

Es caleño y multinstrumentista. Ha colaborado con artistas independientes de gran trayectoria como Alcolirykoz, Alexis Play y Lianna, y ha trabajado con procesos sociales en el Distrito de Agua Blanca, donde creció. Pero sobre ha todo, se ha encargado de destruir estereotipos. Muchos no creen que él sea de Cali, ni siquiera de Colombia, pero él, con su música, nos hace ver a Cali, al oriente, como nunca lo hemos visto. EL COLOMBIANO habló con él.

¿Qué música creció escuchando?

“Yo crecí en un hogar cristiano apostólico, entonces escuchaba artistas como Jesús Gabriel Romero, Alex Campos... Lo demás fue por el barrio, la salsa, los vallenatos, la música del pacífico, el dance hall, el hip hop, toda esa musicalidad vino del barrio. Luego me encontré con el R&B, el blues y todo esto”.

Pero fue en la iglesia donde empezó a hacer música...

“Por supuesto. Yo crezco en un hogar cristiano y todos los domingos íbamos a la iglesia. Mi padre y mi madre hacían parte del grupo alabanza y hay una historia de la que no tenemos vídeo pero sí testimonios, es que yo gateé hacia la batería. Me llamaba tanto la atención ese instrumento que intentaba ir y me cogían, me devolvían y yo volvía”.

Estába flechado...

“Sí, desde chiquito. Y un día el baterista de la iglesia no fue y yo me subí a darle, tenía como cuatro años. Mi mamá no lo podía creer, mi papá tampoco. Nadie sabía que yo tocaba, y de ahí en adelante ya me convertí en el niño pequeño de la batería. Esa fue mi academia en un principio, la iglesia y lo empírico”.

Y que siguió...

“Cómo a los 13 o 14 años tomo una clases de batería, luego estudié dos años en el Instituto Popular de Cultura, luego en Bellas Artes y en ese lapso conocí un proceso social en mi barrio, en el Centro Cultural Abriendo Puertas, ahí nos conocimos con Alto Volumen, que era un colectivo de pelados que tenían tiempo libre en las tardes, hacíamos actividades, y luego se convirtió en una banda musical de hip hop con funk”.

¿Y cómo terminó siendo solista?

“El manager de la banda, Nelson Montoya, fue la primera persona que vio que yo tenía todo el potencial para ser solista, pero en ese entonces yo era director, arreglista, baterista, compositor, corista de la banda, y yo solo veía por los ojos de mi banda y le decía que no me interesaba ser solista, que yo quería ser baterista.

En un momento, como para que me dejará en paz, accedo y grabamos Tú y Nos prometimos y a la gente del círculo que le llegó encantó, y este man me dice, viste, te lo dije, y empezamos a camellar”.

¿En que parte de Cali creció?

“En el oriente, en Agua Blanca”.

Usted está por fuera del imaginario, mucha gente no cree que sea de allá, ni de Cali, ni siquiera de Colombia ¿Cómo lleva eso?

“Cuando estaba haciendo mi álbum debut Ego con Pedro Roberto de Superlitio, él fue quizás la primera persona que me dijo, mire, muy bonito como suena y todo, pero usted tiene que pensar siempre que su música debe llevar a la gente al lugar donde usted es, la música tiene que tener algo de lo suyo”.

¿Cómo lo ha hecho?

“Yo he reinterpretado esa frase y lo he llevado a la música, pero sobre todo al proyecto, la ropa, los vídeos, el discurso... el proyecto es el que tiene que poner a la gente en tu lugar y nuestra bandera en este momento es esa, cómo hacemos para llevar a la gente ahí sin hacerlo como siempre se hace. Nuestra intención es decir mire, nosotros crecimos ahí en ese distrito donde siempre hay más talentos que balas perdidas, como diría Mc Beto”.

Romper con el prejuicio.

“Completamente. Casi siempre, por error o por falta de contexto, la gente alude a lo distinto sobre todo de lo popular, diciendo tú no eres o no pareces o no hablas como... Y nosotros los que somos del distrito hemos pensado mucho en eso porque nos lo han dicho en todas partes.

Y pana, pues qué hermoso que nosotros tuvimos la oportunidad de hacer otra cosa, tuvimos otra opción, que ojalá muchos de los nuestros la hubiesen tenido... Entonces ahora nosotros intentamos ser otra opción para nuestros pelados porque no la tienen, la esquina es lo que tienen.

Entonces no es que no nos veamos o no hablemos como... es que afortunadamente pudimos encontrar otro lugar de enunciación y nosotros queremos darle ese otro lugar a nuestros pelados.

Y es muy lindo ver los comentarios de mis pelados, con los que yo crecí, que digan uf, pana, qué lindo, ese pelado es del barrio, nos representa. Eso me da mucha alegría, más que más que otra cosa, porque uno sabe que la representación es muy importante”.

¿Dónde lo encontró?

“Para mí fue una fortuna encontrarme con la academia. Ahí me fui encontrando artistas como James Brown, Michael Jackson, Prince, Bruno Mars, Basquiat, Lenny Kravitz, Miles Davis. Los referentes afroamericanos y que se afropiensan el asunto son muchos, y cuando los descubrimos, pana, hay mucho poder, Martin Luther King, Malcolm X... el paisaje es enorme...”

¿Qué tanto tienen que ver todos esos referentes tan diversos con todos eso personajes que ha ido desarrollando? Wil, Junior, Jay...

“Yo me fui encontrando con artistas que ponían eso sobre la mesa y me parecía muy inteligente, muy creativo, muy visceral y muy honesto, porque en esos personajes podía poner cargas que quizás en su día a día no tenía y eso me parecía súper inteligente, era como claro, sabes que quizás yo no me enuncie como el más egocéntrico, pero puedo vestir un personaje y cargar en él eso”.

Acaba de lanzar Hielo, y el vídeo de la canción tiene un montón de claves y elementos que conectan todos esos personajes con su vida personal ¿hacía donde quiere ir?

“Estamos llenando este nuevo universo al que le hemos puesto una gran sombrilla llamada JaySeason. Lo estamos llenando de muchos códigos que vamos a ir resolviendo y que nos va a permitir crear y divertirnos creando. Ahí vamos a poner vainas que representan a Jay y a todo su mundo, vamos a sacar cápsulas, personajes y vamos a intentar llevar a la gente a ese Jayverse.

Parte de la premisa de este proyecto es que queremos que la gente mire los detalles. Cuando ponemos todo esto sobre la mesa esperamos que alguien medianamente se detenga. Todo está muy rápido, y si bien yo hago parte de una disquera que también va a esa velocidad, quiero que dentro de eso, mi proyecto le ayude a la gente a cuestionarse”.

Spotify lo incluyó en su lista de artistas para tener en la mira este año. Hay gente que apenas lo va a conocer, pero ya son años trabajando ¿cómo lo lleva?

“Es hermoso cuando la gente ve todo lo que pasa y su respuesta a eso es, este man ha camellado por eso juicio y con disciplina, es merecido. Yo he caminado toda la vida alrededor de y para la música, y es muy bonito que ahora la música me permita vivir de ella.

Esto son pequeños premios a un juicio determinado que he tenido yo y que ha tenido mi equipo. Más allá de creerme algo, lo celebro desde la gratitud, le doy muchas gracias a Dios, que nos tiene aquí, que nos permitió salir, crear y creer, y aún nos falta crecer mucho. Lo que nos queda es camello, juicioso y templado”.

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