El 16 de mayo de 2024 será una fecha que Martín Villaneda Gómez atesorará para toda la vida: cumplió el sueño de tocar la guitarra con Juanes en el escenario de Medellín.
“Desde que tengo memoria yo escucho a Juanes, él ha sido una inspiración para mí, para ser músico”, le contó Martín a EL COLOMBIANO tras finalizar el concierto.
Martín tiene 25 años y dice que lleva 26 escuchando a Juanes. Lejos de ser una apreciación sin sentido volteamos la mirada hacia Laura Vahos, quien se gozó este concierto con 8 meses de embarazo, quizá Antonio, el hijo que espera, cuando crezca también tenga a Juanes en su memoria auditiva.
Volviendo a Martín, nos contó que pidió permiso en su trabajo para hacer fila desde temprano, él quería estar adelante y que el artista paisa alcanzara a leer su letrero: “Juanes mi sueño es tocar contigo. ¿Lo vuelves realidad porfa?”, decía.
El aviso, pequeño pero bastante legible, lo mandó a hacer esta misma semana —concretamente el martes— con una amiga: ”Lo reclamé ayer (miércoles) y pedí permiso en el trabajo y desde las 4:00 de la tarde estoy haciendo fila para que me tocara bien al frente”.
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El momento decisivo
Juanes cantaba Gotas de agua dulce, canción que hizo parte de su disco La vida es un ratico, de 2007, cuando hizo un gesto con su cabeza hacia el público a su derecha. Le estaba diciendo a alguien que subiera.
El público empezó a gritar y Martín saltó la baranda como atleta en plena competencia, era el sueño de su vida y Juanes lo estaba materializando.
“Fue un sueño hecho realidad, fue sanar un niño interior y fue mágico. Dios bendiga a Juanes”, dijo Martín con la voz quebrada de la emoción.
El artista paisa le preguntó su nombre y que si tocaba la guitarra, “y me dio un caluroso abrazo”, cuenta Martín. Sin dudarlo Juanes se quitó su guitarra blanca y se la pasó a Martín.
“Fue tanta la adrenalina que solo pensé vivir el momento y me concentré en tocar y dar lo mejor de mí para Juanes y para Medellín”, contó Martín.
Para eso duró practicando todo el mes, “desde que compré la boleta”, confirmó.
Fueron pocos minutos, pero los suficientes para sacarle a Juanes una sonrisa, pedir aplausos para él y despedirlo con la frase, “ese es un artista”.
Martín, adelante, estaba solo, “pero mi familia me vio desde la gradería, porque yo quería estar al frente, yo iba decidido a tocar con Juanes”.
Sobre si hubiera preferido alguna otra canción, Martín responde con claridad que la idea era tocar, “con la canción que fuera, yo solo quería tocar con Juanes”, concluyó.
Así como Martín no olvidará esta noche tampoco lo hará Juanes, cantar en su casa, ante su gente —incluyendo a su mamá, Alicia, de 94 años, quien tampoco se quería perder el show de su hijo—, le mantiene, como dice su canción, bien llenito el corazón.