Como todo curioso, Gabriel García Márquez se inquietó por las mariposas amarillas –el insecto más emblemático de su literatura–, así como por las hormigas coloradas. Esto contará el entomólogo colombiano Aristóbulo López-Ávila, quien encontró que en 384 ocasiones mosquitos, moscas, moscardones, hormigas y polillas recorren su obra. Su charla será el jueves 3 de octubre, a las 5:30 de la tarde, en el Parque Explora, una de las instituciones que acoge programación del Festival Gabo.
Esta celebración del periodismo iberoamericano rinde homenaje a los finalistas y ganadores del Premio Gabo, posible gracias a una alianza de la Fundación Gabo –hasta agosto de 2019, Fnpi– junto a la Alcaldía de Medellín y los grupos Bancolombia y Sura con sus filiales en América Latina.
El evento, dice Daniel Marquínez, director de proyectos especiales de la Fundación Gabo, se abre a otros públicos porque “los relatos no terminan al ser narrados por un periodista, y por eso, el lema del evento de este año es: las historias continúan”.
Otra de las obsesiones de Gabo era el mundo onírico. Durante una entrevista radial para la HJCK, en 1954, el nobel confesó que uno de sus hobbies favoritos consistía en seguirle la corriente a los presagios mediante los sueños. Estudió con detalle sus pesadillas y hasta se inventó un método para clasificarlas según el grado de terror, absurdidad y misterio.
Dos eventos del Festival Gabo abordarán los sueños. Hoy miércoles 2, a las 5:30 de la tarde, en el Orquideorama del Jardín Botánico se dará la conversación Lo que creamos mientras dormimos: el poder narrativo de los sueños, entre el neurocientífico brasilero Sidarta Ribeiro, el escritor y periodista Santiago Gamboa y el editor de la revista El Malpensante Karim Ganem Maloof. El jueves 3, a las 2:30 de la tarde, Ribeiro hablará sobre La ciencia de los sueños.
El Gabo, como se le conoce al ya tradicional evento, abre con maratones de las mejores historias de Iberoamérica. Si quiere hacer un paneo general sobre lo que está sucediendo en la región, estos espacios que presentan los finalistas al Premio son los indicados (evento central). Este año narran, entre otros relatos: la crisis de la langosta en Honduras, cómo las comunidades de Brasil se enfrentan a fenómenos climáticos extremos, la seguridad en la frontera entre Ecuador y Colombia, las fosas clandestinas en México y la trata de mujeres en Venezuela.