La Propia —el festival de las editoriales antioqueñas que inicia hoy— es un buen termómetro para medir la salud del sector editorial de la ciudad. En tres ediciones, el número de iniciativas editoriales que ofertan sus servicios ha crecido de manera sostenida. Quien asista a los tres días de programación —del 3 al 5 de junio— podrá comprobar de primera mano la variedad de títulos y enfoques que compone el universo de lecturas de los antioqueños. En un solo espacio se reúnen las editoriales independientes —aquellas que nacen de la iniciativa privada de un grupo de personas y no cuentan con el músculo financiero de los grandes conglomerados transnacionales— y las cobijadas por el alero de una universidad. Estas editoriales son el resultado de una visión que excede el cálculo comercial, aunque sin prescindir de él.
La Propia surgió en un momento de quiebre: marzo de 2020. En su segundo día de programación el Gobierno decretó el inicio de las restricciones por la pandemia de la Covid 19. El mundo cambió para siempre. “Desde el principio el objetivo ha sido fortalecer el sector editorial antioqueño”, dice Pilar Gutiérrez, directora de Tragaluz editores y Casa Tragaluz, el organizador.
A pesar de las limitaciones, en 2021 el festival amplió su convocatoria al incluir a las editoriales universitarias y de cajas de compensación familiar y realizar actividades virtuales: “En 2021, en plena pandemia, dijimos bueno, no la podemos hacer presencial, pero es importante para estas ferias la frecuencia, entonces no podemos desaparecer, por lo tanto la vamos a hacer virtual”, continúa Gutiérrez. El crecimiento en estos años ha sido encomiable: de una oferta de dieciséis editoriales con estand en 2021, La Propia abre sus puertas con 23 empresas locales de edición y circulación.