Desde que asumió la dirección del Festival Iberoamericano de Teatro en 2009, Anamarta de Pizarro se ha puesto –como ella misma lo dice– el piano en la espalda para que todas las celebraciones de este festival se hagan a la altura, con calidad y salgan adelante.
En esta entrevista cuenta cuáles serán algunas de las novedades que en sus 15 años trae esta nueva edición.
¿Por qué el país no se puede perder la celebración de estos 15 años del Fitb?
“Cuando uno está de 15 siempre está de fiesta y siempre se hace fiesta, y sobre todo cuando se tiene un país como México de invitado especial. Allá las fiestas de 15 son increíbles, hay calles enteras en el DF donde venden vestidos que la gente se pone para esas fiestas, son impresionantes, entonces nosotros aprovechamos que tenemos a este país como invitado”.
¿Qué sorpresas va a tener el Festival?
“Ya tuvo su inauguración en la calle el pasado domingo, es la primera vez que hacemos esto, con un espectáculo de gran formato. Estamos muy contentos, además tiene muchas más cosas, por ejemplo, es la primera vez que vamos a estrenar un sitio. Se trata de la carpa que compró Corferias y que queda en las Américas”.
¿Qué espectáculos se verán en esta carpa?
“Allí vamos a tener dos espectáculos con México como invitado especial y abrimos con el Ballet Folclórico de la Universidad de Guadalajara, y después el circo Éloiza de Canadá, que ha venido varias veces, pero que en esta oportunidad trae un espectáculo distinto, completamente urbano, fuerte, con todas esas cosas que trae el circo, pero además con todos esos deportes extremos que les interesan a los jóvenes”.
¿Por qué pensaron en México para ser el invitado?
“Es la razón más sencilla, queríamos hacerle un homenaje al nombre de nuestro festival que es iberoamericano, pero además estuvimos mirando con el comité artístico, ¿qué está sucediendo en América Latina?, y definitivamente en México están ocurriendo, con el cine y el teatro, cosas maravillosas. Es impresionante eso que está sucediendo en el teatro. Yo fui a la muestra nacional de artes escénicas a finales de 2014 y quedé asombrada. Me costó mucho elegir, pero por exceso, no por trabajo. Era tanto, de tan buena calidad”.
¿Qué la motiva a seguir organizando este Festival Iberoamericano de Teatro?
“Yo siento que esto es un festival de la ciudad y que no se puede acabar. Tiene que seguir existiendo. Me puse ese piano en la espalda y aquí lo estoy sacando. Estoy muy contenta y creo que el público está respondiendo”.