Películas sobre el mundo de la moda hay muchas, pero pocas han quedado en el imaginario de la gente después de su estreno.
Eso pasó con la adaptación que dirigió David Frankel del libro The devil wears Prada (El diablo viste de Prada), escrito por la periodista Lauren Weisberger, en el que cuenta las peripecias que vivió cuando fue subordinada de Anna Wintour, editora en jefe de la revista de moda Vogue Estados Unidos.
A partir de esta obra literaria se hizo la cinta homónima y llamada en Latinoamérica El diablo viste a la moda, que se estrenó la última semana de junio de 2006 y cuyo costo ha sido uno de los más elevados entre los films en las que han participado sus protagonistas, las ganadoras del Óscar Meryl Streep y Anne Hathaway, interpretando respectivamente a Miranda Priestly, editora de la revista ficticia Runway, y Andrea Sachs, su asistente.
Es Andrea la que tiene que soportar un año de trabajo extremo, humillaciones públicas, pedidos casi imposibles y, sobre todo, las duras exigencias del mundo de la moda, para lograr su trabajo soñado de periodista.
Mientras tanto, Miranda nos deja algunas frases que 10 años después de haber sido pronunciadas por primera vez, siguen teniendo vida para los fans de la película.