Cada vez hay más casos de canciones falsas que fueron generadas con Inteligencia Artificial (IA) y que acaban colándose en los catálogos de los artistas en las plataformas de ‘streaming’, debido al gran parecido de esos temas con la música que componen.
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Emily Portman, música folk británica, se llevó una sorpresa en julio cuando recibió el mensaje de un oyente felicitándola por su nuevo álbum, y eso que no ha publicado ninguno desde 2022. En ese momento, descubrió Orca en sus catálogos de Spotify o Apple Music.
“Los títulos de las canciones se parecían a algo que yo podría haber escrito, pero al escuchar con atención, me di cuenta de que se trataba de un álbum generado por inteligencia artificial”, cuenta la artista a la AFP.
Según ella, la IA detrás de Orca se basó en sus álbumes anteriores. “Me perturbó que la gente pensara que yo podría haber sacado eso” o, peor aún, “que les gustara ese álbum” a pesar de la “perfección” artificial de la voz y de unas letras “vacías de sentido”, confiesa.
Emily Portman no logró identificar a los autores del fraude, pero todo apunta a que se hicieron pasar por ella ante una empresa de distribución que sube canciones a internet en nombre de los artistas.
Al otro lado del mundo, en Australia, el músico Paul Bender descubrió este año, en los perfiles de su grupo The Sweet Enoughs, cuatro canciones “horrible y extrañamente malas” que, según el artista, habían sido generadas por IA.
“Toda la industria del ‘streaming’ funciona sin contraseña ni un sistema de autenticación fuerte. Basta con decir: ‘Soy yo’, y añades la canción al perfil de cualquiera. Es el fraude más fácil del mundo” para subir música en línea, explica Bender.
Tras hablar del tema en Instagram en enero, Bender, que también es bajista del grupo Hiatus Kaiyote, nominado a los Grammy, recibió “cientos” de mensajes de artistas y oyentes.
El músico australiano ha encontrado numerosos álbumes sospechosos, en particular en los catálogos de artistas fallecidos, como la escocesa Sophie, muerta en 2021.
Al final, decidió lanzar una petición en el sitio change.org para instar a las plataformas a reforzar su seguridad. De momento, recabó más de 24.000 firmas.
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