Las grandes novelas sobreviven al paso del tiempo y al cambio de los gustos del público. Y lo hacen porque sintetizan un momento de la historia. Los clásicos literarios siempre ofrecen preguntas nuevas o matices distintos para los lectores que se acercan a sus páginas. Eso, precisamente, ocurre con Changó, el gran putas, la novela más ambiciosa de Manuel Zapata Olivella, recientemente editada por Random House.
Como casi todos los narradores de su generación, Zapata Olivella le concedió a la literatura un papel importante en la construcción de la historia. Para este grupo de escritores —los nacidos a mediados de los años veinte del siglo pasado— las ficciones literarias podían corregir los errores y llenar las lagunas de las historiografías oficiales. De alguna forma la literatura fue un campo de batalla de los relatos históricos.
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Sobre la relevancia de Changó y sobre el papel intelectual de Zapata Olivella conversó EL COLOMBIANO con el investigador y docente afrocolombiano William Mina Aragón, quizá el estudioso más reconocido del trabajo de Zapata Olivella. Mina fue el encargado de redactar el estudio introductorio que abre esta reedición de la obra.
Comencemos por decir quién fue Manuel Zapata Olivella y cuál fue su importancia para la cultura colombiana...
“Manuel Zapata Olivella fue un escritor, novelista y médico, nacido en Lorica en el año de 1920. El principal objetivo de su obra fue el de mostrar los aportes de la cultura afrocolombiana, afrolatinoamericana y afrodiaspórica a la humanidad. Los personajes principales de sus obras siempre son subjetividades, narrativas y personajes afros que son importantes, que no son secundarios y que están construyendo la historia de la humanidad”.
Zapata Olivella hizo parte de una familia de investigadores del folclore afrocolombiano...
“En este país siempre se pensó que los descendientes de los esclavizados no tenían cultura o que la cultura se las había enseñado la tradición europea-occidental. En ese contexto Juan, Manuel y Delia Zapata Olivella llevaron el folclore caribeño y del Pacífico al mundo.Y hoy ello se plasma en lo que se llama el Festival Petrónio Álvarez. Pero la música no ha sido el único aporte afro a la creación y constitución de Colombia. Hay una serie de disciplinas que quedaron excluidas, invisibilizadas y obnubiladas por la misma esclavización.
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¿Cuáles son esas otras disciplinas?
A los negros se nos redujo al cuerpo. Nos dijeron a los afros que solo somos expresión musical. Sin embargo, hay aportes significativos en la literatura, la poesía, la concepción de la familia, en las prácticas médicas. El africano trajo conocimientos sobre la minería, la agricultura, las prácticas ecológicas y ambientales. Todo eso se expresa en el concepto de muntú y es parte del sentido de Changó, el gran putas.
¿Cuál es el tema central de la novela?
La filosofía de la libertad de los afros. Y esto es importante porque aunque ya nos liberamos de las ataduras físicas, todavía hay ataduras psíquicas y mentales. Entonces la literatura, la novela, los cuentos, los relatos de Manuel Zapata Olivella son una respuesta a esa exclusión y a esa invisibilidad”.
¿Qué impacto tuvo en su momento Chango, el gran putas?
“Changó es de 1983. Esta es una obra que inaugura un estilo creativo y novedoso en la literatura de América Latina. Los temas de Manuel en ella son la diversidad étnica, el mestizaje cultural, genético. Changó es una obra inmensa que inaugura un estilo literario que le podríamos llamar el realismo mítico. Allí se reúnen las mitologías indígenas, las africanas, las europeas, para hacer una gran síntesis de identidad diversa”.
La novela reconstruye ese proceso de búsqueda de la libertad de la comunidad afro...
“Sí, es una especie de proyecto filosófico, ontológico, en el que los africanos plasman una idea de la libertad. Eso se ve en todos los movimientos sociales y políticos libertarios que han hecho los afros por romper las cadenas de la esclavización. Esta es una obra que tiene el nivel del Nobel de Literatura. El asunto es que fue traducida al inglés muy tarde.
¿Por qué reeditarla y volver al publicar hoy?
Con esta nueva reedición queremos que Manuel se convierta en un autor canónico dentro de la literatura de América Latina. Changó es un clásico, una obra bajo ningún punto de vista inferior a la proezas de los grandes escritores del Boom”.
¿Qué le dice hoy esta novela a Colombia?
“Autores como Manuel Zapata Olivella, Arnoldo Palacio, Candelario Obeso, Juan José Nieto y Jorge Artel han plasmado la creatividad de la comunidad afro. Ellos le han mostrado a Colombia que los elementos creadores y creativos están presentes en todos los antropos, como diría Manuel. Es decir, en los hombres, las mujeres, las etnias, las culturas. Y a todos esos colectivos se les deben dar las condiciones para que expresen su creatividad y su autonomía”.
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¿Esta novela ha sido suficientemente leída por la misma comunidad afro?
“Todavía no ha sido estudiada como se debería. Ese es el reto que tenemos. Se dice que las grandes novelas representan las épocas y los momentos, y uno diría que si alguien quiere saber y conocer del aporte afro a Colombia, a América Latina, al Caribe y a la humanidad, debe leer a Changó. En ella hay historia, sociología, antropología, pensamiento político y social. Es una obra en la que se refleja el aporte, la creatividad, la singularidad de eso que le podríamos llamar la personalidad afrodiaspórica”.