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El buen comportamiento ciudadano, el estricto seguimiento a los controles de bioseguridad y, además, su lejanía con Medellín, ha hecho que Palmitas sea el único corregimiento de la ciudad que no tenga ningún caso de coronavirus. Al cierre de esta edición, de los 4.230 casos activos de la ciudad, los cinco corregimientos agrupaban 241. (Santa Elena con 15, San Antonio de Prado con 100, Altavista con 38 y San Cristóbal con 88).
En los días más fríos, el corregimiento parece flotar entre las nubes. La neblina pasea, como un habitante más, entre las dos estrechas calles que conforman la zona central de San Sebastián de Palmitas y, a veces es tan densa, que no permite reconocer a los vecinos o distinguir las casas de colores brillantes enmarcadas por flores que cuelgan desde techos y balcones.
También parece estar entre las nubes por su lejanía con la ciudad: es el corregimiento más lejano de Medellín, situado en límites con el Occidente en el que, esparcidos en ocho veredas, viven aproximadamente 7.500 personas. Desde que se registró el primer caso en marzo, Palmitas no ha registrado ningún contagio.
La zona central va desde una esquina que sirve de entrada principal, que es también donde está ubicada una pequeña iglesia amarilla que ha permanecido cerrada, hasta dos cuadras más abajo, donde hay una biblioteca. En esas calles hay pocos locales abiertos, que trabajan solo con domicilios, y las personas se alcanzan a contar con la mano.
Margarita Perez, una vecina que vive al frente de la casa de gobierno, comentó que los habitantes se toman en serio las medidas de protección, no salen de sus casas si no es necesario, siempre usan tapabocas y no se aglomeran en la zona central.
Las ocho veredas también están alejadas entre sí. En ellas, comentó el gerente de corregimiento, Camilo Sánchez, la población es pequeña y en su mayoría oriunda y concentran su actividad en el aprovechamiento del campo en cultivos como café, plátano, cebolla y caña de azúcar, o trabajan en el mismo corregimiento, así que no deben desplazarse a la ciudad, donde podrían contagiarse. Los campesinos, que son en su mayoría hijos de otros campesinos, constituyen el 80 % de la población y se movilizan solo entre veredas, en carros, motos, mulas, o en el teleférico que permite viajar entre las veredas La Frisola, La Sucia y La Aldea, y que no funciona en los días de cuidado total.
Además, “la zona comercial es muy reducida y no se presentan aglomeraciones, pues no hay entidades bancarias, centros comerciales o lugares donde normalmente se aglutinan las personas en las ciudades”, agregó Sánchez.
Aicardo Arroyave, uno de los ediles del corregimiento, concordó con el gerente de corregimientos en que el tema del transporte podría convertirse en un foco de contagios. Hoy solo cuentan con la empresa Transrápido San Cristóbal, que recorre San Jerónimo, Ebéjico y Medellín, aglutinando habitantes de varios sectores en un espacio cerrado. Aicardo explicó que ya se han reunido con la empresa y acordaron multiplicar el servicio para disminuir la cantidad de personas en cada viaje.
El gerente Sánchez agregó que, además del buen cumplimiento de las medidas, se suma el apoyo de la Policía con campañas de prevención y sensibilización y los recorridos con la corregidora, la JAL y la gerencia de corregimientos.
Arroyave comentó que se han reunido con las autoridades para hacer acompañamiento a la comunidad y que la semana pasada los miembros de la JAL se realizaron la prueba para evitar la propagación del virus.