Hay una mutación. Ese es el primer hallazgo, luego del seguimiento a la enfermedad, que revelaron los científicos del Instituto Pasteur de Francia.
La institución, la primera en identificar el brote en marzo del año pasado, ahora se dedica a investigar si con la mutación, el virus podría ser más contagioso o qué otro tipo de cambios serían consecuencia de la mutación.
“Sabemos que el virus está cambiando considerablemente. Un virus puede mutar y ser menos mortal pero más contagioso. Eso es lo que tememos. Tenemos que saber cómo está cambiando el virus para no perder la pista de nuestro enemigo”, señaló el genetista Anavaj Sakuntabhai.
Resistencia a medicamentos
Esa es otra de las preocupaciones de los investigadores, identificar si con la mutación el virus del ébola puede ser resistente a los fármacos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, “muchas mutaciones genéticas pueden no tener ningún impacto sobre el modo en el que los virus responden a los medicamentos o la manera en la que se comportan en las poblaciones humanas”.
Una preocupación adicional para los investigadores, es determinar si con la mutación, el ébola podrá transmitirse por otra vía, aérea en este caso, pues el virus sigue transmitiéndose por contacto directo con los fluidos corporales de una persona infectada.
A la vez que busca responder a estos interrogantes, las investigaciones tienen como propósito determinar por qué algunas personas sobreviven al virus y otras no, pues en la actualidad, la tasa de supervivencia es cercana al 40 por ciento.
¿Y la vacuna? Aún no hay respuesta. Sigue en estudio y particularmente, el instituto francés espera ponerla a prueba en humanos a finales de este año.
Según lo informó la BBC, una de ellas es la modificación de una vacuna ampliamente utilizada contra el sarampión.
La intención es inocular una variación del virus, más débil y menos dañina, que provoque una respuesta inmune. Si esto tuviera éxito, sería una doble vacuna, contra el sarampión y el ébola.