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Durante el período de gestación, el cuerpo de la madre sufre transformaciones físicas y hormonales que la preparan para la formación y llegada del bebé. Además de esto, ellas también desencadenan algunos síntomas que son perfectamente normales y esperados durante el embarazo, pero que toman a muchas mujeres por sorpresa. “Se han contado de generación en generación, pero solo cuando las viven, empiezan a consultar”, comenta el ginecólogo-obstetra Juan Camilo Villegas.
Dependiendo de la mujer y del trimestre en el que se encuentre, los efectos secundarios del embarazo pueden variar en síntomas e intensidad. “Hay algunas a quienes les da muy duro y otras a las que no les da nada”, asegura el médico. Sin embargo, admite que hay algunas afecciones que son comunes, causadas por efectos hormonales o mecánicos y que pueden controlarse con las siguientes medidas:
1. Hinchazón en las piernas o edema: ocurre durante los últimos meses de la gestación. Es un efecto mecánico, pues el tamaño del útero comprime las venas del abdomen, lo cual dificulta el retorno de la sangre al corazón y hace que los líquidos queden remansados en las piernas, causando así la hinchazón o edema.
Tratamiento: lo mejor para aliviar esta sensación es recostarse y levantar las piernas al final del día o usar medias de compresión. En algunos casos, pueden aparecer várices debido a la alta presión en las piernas.
2. Constipación y hemorroides: el aumento de la progesterona afecta todo el sistema gástrico. Durante los primeros meses, el colon se vuelve mucho más lento y puede pasar mucho tiempo entre una deposición y otra, lo cual las hace, en ocasiones, dolorosas y difíciles. Igualmente, las heces se vuelven duras y pueden causar fisuras en el recto o hemorroides.
Tratamiento: para esto, es necesario llevar una dieta rica en fibra, consumir muchas frutas y verduras, nueces, granos enteros y tomar mucho líquido.
3. Dolor de espalda: cuando la barriga de la madre está lo suficientemente grande, su mismo peso hace que la curvatura de la columna cambie de ángulo y que los músculos que la rodean se elonguen más de lo normal y por esto duelen. Es un síntoma que afecta a más de la mitad de las mujeres en embarazo.
Tratamiento: la mejor manera es con reposo y terapia de calor y frío. Igualmente es recomendable el ejercicio continuo durante toda la gestación para mantener un buen estado físico.
4. Náuseas: generalmente se dan durante las primeras semanas del embarazo y afectan aproximadamente a 70% de las mujeres. El aumento de la progesterona hace que la movilidad del alimento sea más fácil del estómago hacia el esófago que hacia el intestino, por esto es tan frecuente el vómito.
Tratamiento: para mitigar sus efectos se recomienda ingerir pequeñas porciones frecuentemente durante el día, en vez de grandes comidas. Igualmente, existen medicamentos que ayudan con esta condición.
5. Gastritis o reflujo: al igual que las náuseas o la constipación, la gastritis y el reflujo están relacionados con la progesterona. Esta hormona hace que el cuerpo intente devolver el alimento por el esófago, lo que causa acidez.
Tratamiento: lo ideal después de cada comida es esperar sentada un rato para que, por efectos de la gravedad, la comida pueda quedarse más tiempo en el estómago y sea más difícil devolverla. Igualmente es recomendable al momento de comer, alternar los sólidos y los líquidos.
6. Pechos adoloridos: cuando ocurre el embarazo hay un aumento de la hormona prolactina, responsable de la producción de leche, en preparación para la llegada del bebé. Cuando ocurre este proceso, los senos de la madre se pueden poner turgentes, calientes y dolorosos debido al cambio fisiológico.
Tratamiento: para mitigar esta condición, lo más recomendable es poner hielo en una toalla y aplicarlo sobre los pechos y masajear suavemente.