Cuando se pensaba que la partitura política en el Congreso de la República durante 2025 para el Gobierno de Gustavo Petro sería la misma de meses atrás, caracterizada por dificultades para la aprobación de sus leyes, la nueva coyuntura política podría darle un aire muy importante al petrismo, al punto que podría volver a tener las mayorías en la más importante de las comisiones: la Primera de Senado, relacionada con asuntos políticos y constitucionales.
Hasta el cierre de las sesiones pasadas en diciembre era claro que la alianza de partidos independientes y de oposición era más fuertes que los de Gobierno en esa comisión; sin embargo, el anuncio de la renuncia de los senadores Humberto de la Calle (Verde Centro-Esperanza) y David Luna (Cambio Radical), así como la eventual dimisión de Jota Pe Hernández (Alianza Verde), podría reconfigurar las fuerzas a favor del Ejecutivo.
Justamente, son los orígenes de De la Calle y Luna en donde está el problema y la opción para que cambien las cartas en favor del Gobierno.
Humberto de la Calle llegó al Senado como representante del Verde Oxígeno, hoy en cabeza de la excandidata presidencial Ingrid Betancourt. Lo anterior, en virtud de la coalición que permitió a los verdes llegar con al menos tres partidos: Alianza Verde, En Marcha y Oxígeno. Justo esa diversidad, pese a los marcados matices, es la que los tiene hoy como partido de la coalición de Gobierno, con todo y que en sus huestes al menos la mitad de los congresistas son oposición a Petro.
Este martes Ingrid Betancourt salió a reclamar el derecho a que la curul que deja Humberto de la Calle sea para su partido y no para la Alianza Verde. Por ello, el senador entrante sería el exconcejal de Bogotá, Juan Carlos Flórez, y no el actual embajador de Colombia en Nicaragua, León Fredy Muñoz, quien es un reconocido líder político que apoya el proyecto de Gustavo Petro.
Incluso el nombre de Muñoz ya se daba como uno de los fijos embajadores que renunciaría en los próximos días para regresar al país a hacer campaña para el Senado en 2026, pero ante este escenario lo que pasaría es que el saliente embajador retornaría para ser senador, sin que se inhabilite para aspirar el otro año.
Lo particular es que llegaría a la muy apetecida Comisión Primera del Senado de la República, en donde se deberá discutir en los próximos meses el proyecto de ley de la implementación de la jurisdicción agraria, y el voto de Muñoz sería definitivo.
En el caso de Luna hay una situación similar. Al renunciar a su curul y al partido Cambio Radical, el reemplazo sería uno de los dirigentes que estuvo en la construcción de la aspiración de Gustavo Petro a la Presidencia de la República en 2022: el exsenador Temístocles Ortega, quien ya anunció que ocupará la curul que dejó Luna.
Si llega Ortega al Senado lo haría a la Comisión Primera, en donde ya ejerció incluso junto al hoy presidente Petro cuando hasta julio del 2022 era senador. Eso significaría que él sería un alfil más para las cuentas del Gobierno. Desde Cambio Radical se ha negado la versión que Ortega haya renunciado al partido, por lo que en el orden al que le correspondería asumir es a él.
Tanto interés en ese escaño que hay dos políticos más que reclaman ese derecho. Por un lado, el exconcejal de Bogotá Yefer Vega, quien renunció a Cambio Radical para aspirar por otro partido al Concejo de Bogotá.
El otro que está en capilla y con opción de ser senador es el exmagistrado del Consejo Nacional Electoral, César Lorduy, quien sigue en el orden de la lista de Cambio Radical.