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El sector turístico fue sin duda uno de los más afectados por la pandemia del covid-19 en el mundo.
Tal como lo han expresado empresarios de este segmento, fue el primero en cerrarse por completo y podría ser el último en reactivarse totalmente, puesto que las fronteras aéreas aún evidencian restricciones en varios países.
En Colombia el panorama no ha sido diferente. De acuerdo con las cifras develadas por la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), entre abril y agosto de 2020, se habían perdido 45.000 empleos en ese renglón de la economía, equivalente al 41 % de las plazas totales.
Casi un año después de registrarse el inicio del choque, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo sostiene que la reactivación va por buen camino. No obstante, un nuevo impasse ha surgido para algunas regiones: los brotes de violencia registrados en las últimas semanas.
A raíz de esto, EL COLOMBIANO consultó con expertos cuáles eran las áreas en las que en realidad se estaban presentando esta clase de eventos y cuál podría ser su impacto para el encadenamiento y la oferta turística.
“El principal foco de violencia en el país está centralizado en lo que se llama Andén del Pacífico y, de manera particular, en la frontera colombo-ecuatoriana. Esto debido a que por ahí sale casi el 70 % de la cocaína, vía marítima, hacia Centroamérica y los EE. UU.”, expuso John Marulanda, analista y asesor en temas de seguridad y defensa.
En ese mismo corredor, aparece la zona costera del Chocó, en donde el experto indicó que también hay presencia de grupos clandestinos interesados en la cercanía con la frontera panameña.
Con ello en mente, este diario se remitió a las administraciones de Chocó y Tumaco (Nariño) para conocer como marcha el turismo actualmente en sus jurisdicciones.
Al hablar de viajes recreativos, el departamento chocoano tiene una oferta encabezada por Nuquí, Sapzurro, Bahía Solano, Acandí y Capurganá. Solamente esta última ha causado algún grado de preocupación, tal como lo comentó Andrés Palacios, Secretario departamental de Desarrollo Económico.
Allí, el paso de los migrantes ha traído retos para la alcaldía y ha afectado “un poco” el turismo, aunque aseguró que se está trabajando en articulación con la Fuerza Pública en aras de garantizar el orden y la seguridad.
El funcionario remarcó que los potenciales visitantes pueden desplazarse con total tranquilidad si desean disfrutar las playas.
“Vengan a conocer nuestro departamento, a gozar una aventura en familia y vamos a dinamizar este sector que ha sido tan golpeado por la pandemia. Es el momento de visitar nuestras playas desde Quibdó hasta Bahía Solano. No se van a arrepentir, es la magia hecha naturaleza”, puntualizó.
En la actualidad, el secretario explicó que se trabaja para impulsar la formalización de quienes ofrecen servicios asociados al encadenamiento.
Además, conforme a sus palabras, se está actualizando el Plan Departamental de Turismo con miras a apuntalar este sector que, en 2019, aportó el 7 % al Producto Interno Bruto (PIB) del Chocó, que alcanzó los 2,4 billones de pesos.
“Lo que este distrito ofrece es exponencialmente diferente a lo que muestran por televisión, es un mundo totalmente distinto”, aseguró Gisel Escrucería, directora de la Oficina de Turismo de Tumaco.
“Acá usted puede caminar, ir de fiesta, tomar una lancha e ir a Bocagrande (considerada una de las islas más bellas de Nariño), tenemos una zona comercial muy importante y tenemos maestros reconocidos a nivel nacional en la filigrana”, subrayó la funcionaria.
Sumado a ello, afirmó que la gastronomía es “inigualable” y “ahorita tenemos 12 rutas de interés que se están manejando a través de las agencias de viaje, los hoteles y las asociaciones de pescadores”.
La directora manifestó que la reactivación del sector ha sido positiva. Inclusive, comentó que hubo momentos en los que fue desbordada la capacidad de los 45 hoteles registrados allí.
En términos económicos, el turismo es un motor de desarrollo para Tumaco. Según los datos de la Alcaldía, 2.000 personas, tienen su fuente de empleo en ese renglón productivo.
Por ello, según la directora, la administración proyecta habilitar dos nuevas playas rurales y expandir la oferta de muelles y senderos ecológicos.
Héctor Jaime Rendón, alcalde del municipio de Jardín, reconoce que se han presentado eventos adversos de seguridad. Sin embargo, enfatizó en que el pueblo sigue siendo uno de los más pacíficos en Antioquia y la Fuerza Pública está haciendo un acompañamiento permanente.
El alcalde explicó que el turismo representa el 50 % de la economía para sus paisanos y remarcó que la reactivación marcha “viento en popa”.
“Nuestro municipio es bonito tanto en lo urbano como en lo rural y cuenta con gente acogedora, vengan con tranquilidad”, comentó