Detrás de cada uno de los 11.426 casos de personas que han intentado quitarse la vida este año hay una larga historia clínica, una robusta lista de problemas personales que nadie nunca conocerá por completo y varios factores de riesgo que, sin embargo, no alcanzan a explicar este complejo problema de salud pública.
Por eso mismo resulta difícil responder por qué este fenómeno se ha elevado en los últimos años. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), en cada una de las primeras 18 semanas de 2022 se han documentado, en promedio, 634,7 intentos de suicidio.
Es la cifra más alta desde 2017, cuando el INS empezó a llevar la cuenta. El año con más casos hasta ahora es el 2019: se registraron 30.470 intentos de provocarse la muerte, lo que se tradujo en una media de 585,9 casos por semana. Es decir, casi 49 intentos menos que en 2022.
La tendencia al alza que estamos viendo este año, sin embargo, podría cambiar, porque aún queda más de la mitad del 2022 por delante.
Un incremento similar, pero más leve, se ha presentado en las muertes por suicidio. Esos datos los recoge Medicina Legal. En su reporte con corte a marzo esa entidad registró que 630 personas se quitaron la vida. Se trata del trimestre con más muertes por suicidio en, al menos, los últimos cinco años.
El aumento, además, es superior al crecimiento poblacional. Este diario cruzó las cifras de Medicina Legal y las proyecciones del Dane –que dicen cuántos habitantes tiene Colombia cada año– y encontró que hay una tendencia creciente en las muertes autoprovocadas, pero es menos pronunciada de lo que parece en los números en bruto.
Por ejemplo, si bien se registraron menos suicidios en el primer trimestre de 2019 que en el mismo período de 2021, la tasa por millón de habitantes fue mayor: en 2019 hubo 11,9 casos por millón y en 2021 fue de 11,8 por millón.
A su vez, el 2022 sigue siendo, hasta marzo, el año con la tasa más alta, pues se contaron 12,2 casos por millón de habitantes.
Las cifras se mantienen estables en Antioquia, donde entre enero y marzo Medicina Legal reportó 108 casos de suicidio, es decir, uno en cada día del año. Se trata de una tendencia similar al 2021, cuando el número total fue de 365 muertes autoprovocadas.
Nunca es una sola causa
Prevenir las muertes autoprovocadas pasa por entender que se trata de un intrincado problema de salud pública que tiene múltiples causas detrás.
Aunque se ha tratado de relacionar la aparición de la pandemia de coronavirus con el incremento en las muertes por suicidio, psicólogos y psiquiatras advirtieron que ese aumento paulatino venía de antes. Así lo muestran, por ejemplo, los datos de 2019, que son en general más altos que los años anteriores.
Pedro Ochoa, magíster en psicología clínica, aseguró que si bien está demostrado que el covid deterioró la salud mental mundial, no hay “evidencia concluyente que relacione directamente el incremento de suicidios y el covid-19”.
Por su parte, Laura Ospina, psicóloga y profesora de la Universidad Javeriana, sostuvo que en países como Colombia hay riesgos psicosociales como la falta de acceso a la educación, el desempleo y la vulnerabilidad económica. Agregó que algunas minorías étnicas que son objeto de discriminación también pueden ser más susceptibles a conductas relacionadas con la muerte autoprovocada.
No obstante, los expertos coincidieron en que la pandemia sí exacerbó factores estresores: hubo crisis económicas, había más barreras en la atención del sistema de salud y la gente tuvo que encerrarse en sus casas, dejar de compartir con sus círculos sociales y, luego, volver a exponerse a entornos educativos y laborales.
La OMS calcula que los cuadros de depresión y ansiedad subieron alrededor del 25 % en 2021 en todo el mundo. Esto ha llevado a que países como España lancen líneas de atención nacionales que están disponibles las 24 horas para atender a las personas que necesiten charlar con alguien.