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¿Por qué el día de la madre es la celebración más violenta del año?

  • Descripción:Recorrido de ciudad periodico Qhubo . Personajes:Visitas de madre Cementerio San Pedro .Fecha de evento:08/05/2016. Foto: Jaime Pérez Munévar
    Descripción:Recorrido de ciudad periodico Qhubo . Personajes:Visitas de madre Cementerio San Pedro .Fecha de evento:08/05/2016. Foto: Jaime Pérez Munévar
12 de mayo de 2019
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Luego de los chocolates, las flores, un buen almuerzo y el consumo de licor como parte de la celebración del Día de la Madre llegan las agresiones entre mismos integrantes de la familia.

Así lo demuestran las cifras de las autoridades que consideran que esta fecha es la más peligrosa del año dado que terminan en gran cantidad de lesionados y múltiples homicidios que obligan a las autoridades a planear un dispositivo especial para atender los casos que se presentan.

El Instituto Nacional de Medicina Legal no desestima esa realidad. Un informe revelado en los últimos días da cuenta de que en la última década fallecieron 1.366 hombres, al parecer, por cuenta de las riñas registradas posterior a la celebración. En ese lapso, además, 127 mujeres fueron víctimas mortales.

Cifras en aumento

Lo que preocupa a las autoridades es que las cifras vengan en aumento. En homicidios de hombres entre 2017 y 2018 hubo un incremento del 13% al pasar de 106 a 120 hechos crímenes. En el caso de las mujeres, durante las celebraciones de esos dos años hubo 24 asesinatos.

Lo que preocupa a las autoridades es que las muertes se registran en las principales ciudades del país. Por ejemplo, en la última década, Bogotá es la que encabeza el listado con 184 muertes violentas, seguida de Cali (167), Medellín (123), Barranquilla (37) y cierra Cúcuta (28).

Las cifras que son reveladoras siempre ponen en jaque a las autoridades pues pese a su intento por mediar en las riñas que se presentan durante ese fin de semana sus esfuerzos resultan ser nulos. Las cifras oficiales precisan que el año pasado se registraron al menos 1200 riñas en el país.

La situación no sorprende a Andrés Nieto, experto en temas de seguridad ciudadana, dado que este flagelo es una tendencia que se presenta desde hace unos ocho o diez años por lo que la celebración de este día termina empantanada y convertida en duelo familiar.

¿Fiesta sin licor?

Para el analista es preciso advertir que lo que se necesita en estos casos son medidas puntuales luego de que pudieron constatar de que en más de la mitad de los casos de las muertes violentas y violencia intrafamiliar, el victimario ha consumido algún tipo de licor 12 horas antes de perpetrar el hecho.

Para Nieto está claro que tales acciones deben ser combatidas en el territorio nacional y para ello expone cuatro puntos específicos. El primero de ellos consiste en hacer campañas pedagógicas y de sensibilización que incentiven la denuncia en las primeras fases de la violencia intrafamiliar y de género, dado que estas se presentan de manera verbal, simbólica y económica.

En su estudio ‘Violentómetro’, que realizó desde la Universidad Central, concluyó que durante los primeros niveles de violencia de género se presentan bromas hirientes, chantajes emocionales, mentiras, engaños, celos, gritos y descalificaciones, entre otras actitudes.

Una segunda acción que se debe fomentar durante el fin de semana de las madres es establecer controles rigurosos para hacer seguimiento a zonas y sitios de alto impacto, como lo son establecimientos que expenden alcohol.

Como una tercera acción, Nieto consideró importante que en relación con las cifras de violencia, riñas y homicidios que se registran en las ciudades y municipios se debe imponer restricción total a la venta de alcohol o la ley seca.

Por último, argumentó que sería necesario habilitar todas las líneas de atención de emergencias y escuadrones especiales para actuar en tiempo real y, de esa manera, evitar muertes violentas o lesiones que puedan generar un tipo de afectación grave en las víctimas.

Si bien las acciones que pretende que se implementen son viables, seguramente desde el gremio comercial no se permitirá que las autoridades locales emitan una prohibición de venta de licor dado que este día, junto con las fechas decembrinas y el Día del Padre, son las que más dividendos le dejan.

Emotividad y justicia

Pese a las iniciativas gubernamentales para evitar el crecimiento de la comisión de estas conductas hay un patrón que desconocen y en el que puede estar la clave de estos comportamientos. El mismo que lleva a que los colombianos cambien un día de celebración por uno fatídico por cuenta de la lesión o muerte de uno de sus seres queridos.

Para la investigadora docente de la Universidad Cooperativa y psicóloga Anika Quiñones hay patrones que no saltan a luz incluso estando frente a las autoridades. Un estudio de su autoría revela que cuando hay reuniones de una misma familia se terminan generando “aspectos no elaborados al interior de la misma”.

Reuniones familiares, ¿el problema?

La psicóloga expuso que existen dos variables que hacen que una celebración culmine en una riña: el cultural y el familiar. Si bien, a simple vista, se pueden considerar diferentes estos terminan siendo los detonantes de múltiples muertes en el territorio nacional.

En diálogo con Colprensa, Quiñones aseguró que por lo general durante el Día de la Madre los colombianos suelen darse cita no solo con su progenitora sino también con miembros de su familia con los que no comparten a menudo o con quienes precisamente han tratado de evitar contacto por algún altercado de tiempo atrás.

Este patrón resulta ser algo revelador en el desarrollo de una riña sobre todo cuando hay licor de por medio.

“Las personas no controlan los procesos emocionales. Cuando la emoción y el alcohol confluyen en un mismo escenario no pueden establecer lo que pueda llegar a pasar”, describe la profesional.

Desde la arista cultural, Quiñones precisó que este se encuentra arraigado a expresiones fuertes y violentas que desde años memorables han sido el pan de cada día de los colombianos.

Lo que explicó la investigadora es que en estos casos es donde suelen hacer su aparición el chiste, la mofa y el sarcasmo, actos que terminan siendo un detonante de riña. “Esa manera se vuelve un patrón comunicativo”.

Así las cosas, una posible solución que brinda la investigadora es el estudio de los patrones que existen en la sociedad y de esta manera erradicar desde la cultura y la familia el flagelo que le ha quitado la vida a más de 1.000 personas durante la última década.

Sumado a la noción de Quiñones está la de Henry Murraín, representante directivo de Corpovisionarios, quien en compañía de Usaid buscan fortalecer las capacidades de la sociedad civil para resolver de manera pacífica tales conflictos y “construir una sociedad armónica en términos de convivencia”.

Para Murraín, el objetivo no es otro que construir cultura, construir temas de justicia para la sociedad. “La justicia de una nación no solo depende del Estado sino también de los hábitos de nuestros ciudadanos. Si nuestros ciudadanos deciden resolver los problemas a los golpes pues no hay sistema que aguante”, sostiene.

Para el miembro de Corpovisionarios si bien la justicia ha implementado cantidad de jueces y fiscales para apoyar las acciones cometidas previo durante y posterior al fin de semana de la madre, lo que se debe hacer es construir una base de orden social para que aprendan incluso a resolver los problemas de manera pacífica.

Murraín quien no desestima la labor de las autoridades con la implementación de más jueces y más Fuerza Pública se deja de lado la construcción de la ciudadanía.

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