La imagen de Gustavo Petro no mejora, la encuesta Gallup de mayo pasado mostraba que tenía una desaprobación del 62 por ciento. En medio de esa crisis, el presidente ha decidido empoderar a los jóvenes estudiantes, en quienes ha encontrado desde las épocas de las protestas de 2021 un respaldo casi religioso. Es así como un puñado de representantes estudiantiles con línea directa al Pacto Histórico han terminado en los Consejos Superiores de varias universidades del país, en lo que parece un capítulo soterrado de la constituyente con la que sueña el gobierno.
La Silla Vacía reveló en una investigación que el presidente nombró como delegados del gobierno en universidades a miembros de un colectivo llamado Activistas por el Cambio y que es liderado por el catalán nacionalizado colombiano Xavier Vendrell, investigado en España por organizar protestas que terminaron en desmanes durante el proceso independentista de Cataluña.
El asunto es que la estrategia empezó pocos meses después de la posesión presidencial, pues muy rápidamente Petro le envió al Ministerio de Educación un pliego con los representantes que quería en las instituciones públicas, lo que revela de manera más contundente lo que pasó con la elección del rector de la Universidad Nacional, donde cambiaron a la representante estudiantil para que votara por Leopoldo Múnera, quien fue el candidato más votado por los estudiantes y a quien Petro quería en el cargo.
Hay que recordar que Múnera aseguró, una vez quedó elegido tras largas protestas en la universidad, que ese había sido un triunfo del poder constituyente.
Todos los caminos parecen conducir a Roma, como dice el dicho, y Roma en este caso es la misma constituyente. Solo la semana pasada, el Presidente de la República anunció como ministro de Educación a Daniel Rojas, quien admitió que su rol principal será organizar y aupar la movilización de los estudiantes del país. ¿Para pedir qué? Nunca ha sido claro, como tampoco lo ha sido Múnera después de sus palabras de respaldo al pedido de Petro.
“Al entregar las delegaciones de Presidencia y Ministerio en los consejos superiores a miembros de la Juventud Humana y otras organizaciones partidarias parte de la coalición del Pacto Histórico, quienes a su vez lideran y financian las principales organizaciones estudiantiles, han logrado cooptar y direccionar la agenda del grueso de los estudiantes hacia los intereses del Gobierno Nacional alrededor de temas como la Constituyente”, sostuvo una exintegrante del Consejo Superior de la universidad pública.
Sobre Activistas del Cambio, La Silla Vacía publicó un texto en 2023 que decía: “Activistas del Cambio se creó formalmente en octubre del año pasado y Petro le encomendó la tarea de ‘movilizar al pueblo’, según dijo en un video enviado para el lanzamiento del colectivo. Su núcleo, además de Vendrell, está compuesto por unas 20 personas que trabajaron en la campaña presidencial en la operación de testigos electorales. El grupo utiliza una base de datos de 83 mil personas que trabajaron en la megaoperación de testigos electorales en la campaña, y que no fue registrada en sus cuentas oficiales como lo denunció recientemente La Silla. Además, Activistas establece vínculos con otros grupos sociales que quiere involucrar el gobierno, como las juntas de acción comunal”.
En su cuenta de Twitter, los llamados activistas del cambio respondieron que es apenas evidente que el presidente Petro designe en las universidades a sus aliados políticos. Sin embargo, el mejor ejemplo para mostrar que no se trata de cualquier proceso es lo sucedido en la Universidad Nacional, donde hubo una elección que fue modificada vía protestas y, luego, cambiando a la representante estudiantil que votara según “el mandado de la Casa de Nariño y los estudiantes”, como dijo una fuente que estuvo en dichas reuniones.
Lo que se evidencia es que por medio del colectivo se intenta torpedear la institucionalidad que rige a las instituciones de educación superior públicas del país, dijo la misma fuente. Según La Silla, al menos 17 de 34 delegados de Petro en consejos superiores son de Activistas del Cambio y aparecen en universidades como la Nacional, Industrial de Santander y del Valle: “Hubo directivos preocupados por sus perfiles de movilización estudiantil, pero la orden fue nombrarlos”.
“En el caso de la Universidad Nacional los primeros postulados por el Gobierno para ocupar las dos sillas de delegados de Presidencia fueron María Alejandra Rojas Ordóñez, que venía de la FEU y Comunes, y Diego Fernando Acosta, que venía de la ACEU y el Partido Comunista. Curiosamente ambos habían sido en años anteriores fórmula para hacerse elegir como representantes estudiantiles ante el Consejo Superior Universitario. En ambas ocasiones perdieron las elecciones, así que democráticamente nunca ganaron y fue con el Gobierno Petro que encontraron la posibilidad de hacerse imponer”, explicó la fuente.
Basta dar un vistazo a las redes sociales de Activistas para darse cuenta de la manera en que opera el colectivo: desprestigiando y haciendo mofa de políticos que hacen oposición; sin embargo, todo está cubierto por una estrategia moderna que no solo se centra en el aplauso a todo lo que dice el Presidente, sino también en temas culturales y deportivos —como la Copa América—, lo cual los conecta con los jóvenes. Sí, es apenas normal que el gobierno tenga a sus aliados en puestos importantes, pero no violentando la institucionalidad y cambiando las reglas de juego, como sucedió en la Nacional.
