El presidente Gustavo Petro ha hecho uso de su cuenta de X y de sus alocuciones para atacar a periodistas y medios de comunicación, donde ha usado descalificativos relacionados al narcotráfico, deslegitimando la labor de este gremio. El hecho más reciente ocurrió en la posesión de Iris Marín como defensora del pueblo, donde se refirió a las mujeres de este sector como “muñecas de la mafia”.
Durante sus dos años de mandato, el mandatario colombiano ha tenido varias disputas con la prensa debido a las múltiples estigmatizaciones que ha usado para referirse a ella.
En el hecho más reciente, el jefe de Estado aprovechó la posesión de la defensora del pueblo para atacar a las mujeres periodistas. “Las periodistas del poder, las muñecas de la mafia, construyeron la tesis del terrorismo en la protesta y la criminalización del derecho genuino a protestar y a decir basta”, dijo Petro en medio de su discurso.
No es la primera vez que esto ocurre, inclusive entidades como Asomedios, la Sociedad Interamericana de Prensa y la Fundación para la Libertad de Prensa ya han hecho varias alertas sobre el comportamiento del mandatario.
Una de las primeras confrontaciones entre Petro y los periodistas ocurrió en su año inicial de Gobierno, en donde empezaba a promover sus diferentes reformas.
En un acto público en Buenaventura, el presidente mencionó que desde los medios había una campaña “inmisericorde”.
“La gente se extraña de ver cómo todos los días en emisoras, en canales de televisión se nos ataca”, expresó en su momento el mandatario y agregó, “fíjense que tienen un gobierno que ni es aliado del narcotráfico, la violencia o la corrupción. Nos atacan porque tenemos un Gobierno decente”.
Los ataques del presidente no han sido solo para promover sus reformas, también ha usado esta estrategia cada vez que se ha visto envuelto en polémicas por corrupción. Así fue cuando arremetió contra la periodista María Jimena Duzán, quien cuestionó una aparente cercanía de Andrés Sarabia, hermano de la directora del Dapre (Laura Sarabia), con empresarios que tienen intereses en acceder a contratos con el Estado.
“He respetado en su vida periodística a María Jimena, la consideró una periodista de verdad y víctima de la violencia paramilitar. Pero seguir la carrera de Vicky es un camino de desacierto y mentira”, posteó en su momento el presidente en su cuenta de X, donde según él, “el “periodismo Mossad” se impone”.