Alegre, estudiosa y apasionada, así era la joven Nancy Mariana Mestre Vargas, según describen sus padres y allegados a la barranquillera de 18 años que fue asesinada en 1994 a manos de Jaime Saade, su novio en ese entonces.
El 31 de diciembre de 1993 fue el último día que la familia Mestre estuvo completa. Martín, el papá de Nancy, su esposa, y sus dos hijos celebraron en familia el fin de un año y el comienzo del siguiente.
Y es que la familia Mestre tenía motivos para celebrar, pues su hija menor, Nancy, tenía grandes aspiraciones. Ese año de 1994 la joven, quien cursaba el bachillerato en el Colegio Marymount, un reconocido colegio privado de la capital del Atlántico, quería mudarse de Colombia a Estados Unidos para ir a estudiar derecho internacional a la universidad y convertirse en diplomática.
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Sin embargo, esos sueños fueron interrumpidos cuando su novio, Jaime Saade, diez años mayor que ella, la recogió esa fatídica noche para celebrar el Año Nuevo. La familia no había visto a Saade en más de dos ocasiones y pidió a su hija que regresara antes de las tres de la mañana de ese 1 de enero de 1994.
Lo único que le dijo a Saade antes de ver por última vez a su hija y dejarla en el carro de aquel hombre fue: “me la cuidas”. De Saade tampoco se volvería a saber sino más de dos décadas después.
Esa madrugada, Nancy fue violada y asesinada de un disparo en la cabeza. Su padre salió a buscarla ese 1 de enero tras despertarse y ver que su hija no estaba en su habitación.
Ubicó la casa de los Saade y allá se encontró con la escena de la madre de Jaime limpiando el piso, lo que después Martín entendió que se trataba de la escena del crimen
La joven estaba en el hospital, y según la familia de Saade, Nancy se había intentado suicidar. Martín la encontró en estado de coma, del cual nunca se despertó, con señales de maltrato físico y violación.
Sin embargo, todo apuntaba a que se trató de un feminicidio. Aunque Saade fue condenado a 27 años de prisión en ausencia en 1996, logró evadir la justicia al huir de Colombia poco después del crimen, dejando a la familia de Nancy en una búsqueda implacable de justicia para su hija.
Para Martín Mestre, los casi 30 años que pasó buscando al asesino de su hija no fueron nada fáciles. Tras ubicarlo en Brasil, logró que finalmente a Saade, quien vivía bajo el nombre de Henrique Dos Santos, le pusieran las esposas en sus muñecas en mayo de 2020.
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Sin embargo, todo estuvo a punto de irse por la borda, pues el Supremo Tribunal Federal de Brasil (STFB) había negado la solicitud de extradición presentada por las autoridades colombianas, argumentando que el delito había prescrito en Brasil
Sin embargo, una abogada de la familia buscó la reversión del fallo adverso, logrando que en abril de 2023, Brasil aprobara la extradición de Saade a Colombia. Finalmente, este 11 abril de 2024, Saade llegó a Colombia para enfrentar a la justicia por su crimen contra la joven Nancy Mestre.
