Aun sin poder entender por qué su hija, mamá, hermana, sobrina, prima y amiga fue hallada muerta, desmembrada en un canal de aguas residuales, se encuentra la familia de Cristín Dayana García, a quien no han podido darle cristiana sepultura casi a una semana de ser hallada sin vida.
La joven estaba desaparecida desde el pasado 13 de agosto cuando salió de su casa en el barrio Robles, de Cali. Ese día, de acuerdo con sus allegados, se encontró con un amigo para asistir al entierro de un conocido.
Pero la mujer de 27 años nunca regresó a su casa y fue allí cuando los familiares dieron aviso a las autoridades, que un día después, el 14 de agosto, hallaron su cuerpo desmembrado. Casi una semana después, su cadáver no ha podido ser enterrado porque no han encontrado varias de sus partes.
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El cuerpo de la víctima fue localizado en una zona deshabitada de la invasión Lomitas, en el barrio El Valladito. Las autoridades detuvieron a un sospechoso tras descubrir que intentaba deshacerse de los restos en bolsas de plástico en el sector.
El diario El País señaló que el cadáver estaba desnudo y dividido en varias bolsas junto a otra que contenía ropa y unos tenis que pertenecían a la víctima. La mujer pudo ser identificada por un tatuaje de un gato en la espalda y otro de una flor en uno de sus brazos. También por cicatrices y otras marcas que tenía en su cuerpo.
Este lunes festivo, familiares y amigos de la joven, madre de una niña de 5 años, se reunieron para hacer una velatón en su memoria y le pedieron a las autoridades que intensifiquen la búsqueda de los restos que hacen falta para poder hacer la inhumación.
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La Policía Metropolitana de Cali ofreció una recompensa de $50 millones por cualquier información que conduzca a la captura de los responsables de este crimen. Los familiares de la víctima aseguran que no tenía amenazas ni líos personales, por eso el homicidio no ha sido tipificado como un feminicidio, aunque tampoco se descarta.
