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Según Velásquez, se trabaja también en la destrucción de laboratorios, el control de insumos y el incremento en interdicción. FOTO: COLPRENSA
En desarrollo de la rendición de cuentas del sector defensa, este miércoles el jefe de esa cartera, Iván Velásquez, respondió indirectamente a los reparos de Estados Unidos, que previamente le había pedido al gobierno de Gustavo Petro que la erradicación forzada debe continuar para hacerle frente al crecimiento de cultivos ilícitos.
Según el ministro, la nueva política de lucha contra el narcotráfico “se enfila más contra los dueños del negocio” que contra los eslabones más débiles de la cadena, es decir, los campesinos cultivadores. Lo anterior, tras la declaración del presidente, quien el pasado fin de semana dio vía libre a que los campesinos sigan cultivando hoja de coca mientras se demuestra la eficacia de un cultivo sustituto.
“Esta nueva política no es solo fortaleciendo la inteligencia –que es una de las disposiciones para todas las actividades que estamos desarrollando–, sino también en acciones que deben emprenderse en cuanto a la afectación de la producción, la destrucción de laboratorios, el control de insumos y el incremento en interdicción”, explicó el jefe de la cartera.
De acuerdo con Velásquez, el Ejecutivo trabaja en el diseño y puesta en marcha de un plan de interdicción fluvial, “indispensable” para el desarrollo de la nueva política de lucha contra el narcotráfico.
“Mediante la inteligencia el objetivo es lograr la identificación de bienes y personas que son las dueñas del negocio. Se pretende no solo afectar su situación personal, sino muy especialmente los bienes, para que evitar que las ganancias obtenidas por este negocio puedan ser disfrutadas”, agregó el ministro, insistiendo en la labor conjunta entre Fuerzas Militares y Policía Nacional.
Las explicaciones del ministro se dan menos de 24 después de que el Gobierno de Estados Unidos expresó dudas sobre la eliminación de los programas de erradicación forzada de cultivos ilícitos que quiere aplicar la administración de Gustavo Petro.
Un vocero del Departamento de Estado estadounidense aseguró que es necesario que se mantengan los programas para el control de las plantaciones que se utilizan para la producción de alucinógenos hasta que el Ejecutivo desarrolle una iniciativa viable de sustitución.
“Advertimos a la administración de Petro contra la transición inmediata de una estrategia de erradicación forzada a una voluntaria para controlar el crecimiento de cultivos ilícitos. Sigue siendo importante contar con un programa de sustitución totalmente financiado y bien diseñado antes de pasar a la sustitución como medio principal de control de cultivos”.
La Casa Blanca considera que “hasta el momento, la erradicación forzosa continúa y se espera que continúe mientras se desarrolla un programa viable de sustitución de cultivos”. “Continuamos trabajando en estrecha colaboración con Colombia para implementar un enfoque holístico para abordar los desafíos de la lucha contra las drogas”, avanzó.
La Casa Blanca reclama que se mantengan los esfuerzos en seguridad rural integral, justicia y desarrollo mientras se busca un programa de sustitución de cultivos que, a juicio de ellos, sea viable. “En el lanzamiento de este proceso, la utilización de todas las herramientas técnica y financieramente viables sigue siendo esencial para lograr el compromiso del presidente de prevenir el crecimiento de los cultivos de coca”, llamó la atención un vocero del Departamento de Justicia gringo.
El Gobierno cerró la puerta a la erradicación forzada y la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional y aseguró que se están utilizando las últimas unidades de glifosato, que era una de las estrategias que estaba en los intereses de la Casa Blanca para acabar con los cultivos de uso ilícito.