El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay sigue en estado crítico. A seis días del atentado en su contra y de una intervención quirúrgica compleja, el político de 39 años lucha por su vida en una unidad de cuidados intensivos, mientras afuera las autoridades siguen tras la pista de los autores materiales e intelectuales del crimen que recuerda a la Colombia de hace 35 años.
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El último reporte de la Fundación Santa Fe de Bogotá sobre el estado de salud de Uribe Turbay señaló que “el monitoreo y los diversos cuidados instaurados permiten reportar estabilidad respecto al último estado clínico comunicado”. Así mismo, recordaron que el congresista “permanece en situación crítica tal y como ha sido informado” y que “se continúan ejecutando minuto a minuto todos los esfuerzos para mitigar el impacto de las lesiones”.
En medio de las oraciones y de la espera por la evolución de su estado de salud, se han conocido detalles que estuvieron presentes en los momentos más críticos que vivió Uribe tras recibir impactos de bala en la cabeza y en la pierna durante un acto de campaña. Uno de estos, sin duda, fue la atención que recibió en la Clínica Medicentro Familiar: el primer centro asistencial al que fue llevado.
La atención que recibió allí constó de maniobras para estabilizar sus signos vitales, asegurar su vía aérea, controlar la pérdida de sangre y proteger su función cerebral. Así mismo, de que le hicieran imágenes diagnósticas, intervenciones recomendadas, así como tratamiento intensivo, monitoreo neurológico y soporte ventilatorio mecánico.
Uribe Turbay fue atendido por un grupo de profesionales entre los que se encontraban especialistas en medicina crítica, neurocirugía, cirugía vascular, enfermería y terapia respiratoria.
No obstante, hasta ahora ha pasado desapercibido que la atención que recibió en la primera clínica es, en gran medida, la que tiene hoy al precandidato presidencial del Centro Democrático vivo. Como le explicó a EL COLOMBIANO el médico neurólogo José David Martínez, si el político “hubiera llegado a un centro de salud que no contara con esos cuidados y ese nivel de especialistas, el resultado hubiera sido totalmente diferente al de hoy”.
En ese sentido, aseguró que en la Clínica Medicentro Familiar (ubicada a unas cuadras del lugar del atentado) “tenían todos los especialistas que necesitaban y se requerían para manejarlo en ese momento”. De hecho, lo que se hace en ese punto, agregó Martínez, es hacer todo lo posible para evitar una lesión secundaria.
Sobre lo anterior explicó que consiste en evitar que la lesión primaria —es decir, la que causó la emergencia: las balas— haga un daño más grande en el estado del paciente o para que este avance más.
Como ejemplo de lesiones secundarias, el neurólogo Martínez expuso el edema cerebral, que es cuando el cerebro se hincha (en este caso, por el impacto recibido). “Es de las más duras y más graves porque se hincha tanto que termina dando un infarto en el cerebro producto de que se aprietan las arterias del cerebro”, manifestó.
“Ese edema puede convertirse en una hernia cerebral, que se genera porque el cerebro, mientras está inflamado, está encerrado en el cráneo, que no se expande. Y si se hincha no tiene para donde salir, por lo cual se genera una hernia”, añadió Martínez.
Finalmente, el experto afirmó que esta actuación y servicios recibidos por el precandidato Uribe Turbay son claves para disminuir el riesgo de mortalidad, de las complicaciones del evento y de las fallas sistémicas, que son las que involucran a órganos vitales.
¿Cómo ha evolucionado Uribe?
El neurocirujano Harold Úsuga indicó que las actualizaciones del estado de salud de Miguel Uribe corresponden a que “tal vez el riesgo de muerte va siendo cada vez más bajó porque el cerebro entra en un estado de disminución paulatina de la inflamación. Y si no hay complicaciones adicionales, como infartos en áreas importantes, entonces iría pasando esa etapa crítica”.
Sin embargo, el especialista sugiere que lo mejor es esperar a que los médicos que lo están tratando bajen la sedación para que puedan despertar al congresista. “Al despertarlo se podrían evaluar las secuelas neurológicas, como la parte de la movilidad, el lenguaje y el estado de consciencia. Eso solo se evaluaría estando con el paciente sin sedación”, puntualizó.
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impactos de bala recibió Miguel Uribe: dos en la cabeza y uno en la pierna izquierda.
