viernes
7 y 9
7 y 9
No tuvo compasión de sus víctimas. Fueron al menos 276 menores de edad que habrían sido abusados, tampoco le importó sus edades o sexo, pues entre las víctimas hay desde niños hasta jóvenes de 17 años.
“Lobo Feroz”, como es conocido Juan Carlos Sánchez Latorre, fue extraditado a Colombia ayer desde Venezuela donde fue capturado hace 10 meses y ese hecho hizo que cientos de víctimas, la mayoría habitantes de Barranquilla, revivieran sus pesadillas.
A sus mentes llegaron los momentos en los que Sánchez acechaba parques infantiles y locales de videojuegos en centros comerciales en busca de un solo objetivo: cautivar a los menores con dulces, helados o comida para engañarlos y llevarlos a hoteles donde abusaba de ellos y, sin quedar satisfecho, los grababa en video y guardaba los registros en su computador. Esa era su forma de operar, así lo documentó la Fiscalía.
“Al parecer esta persona utilizaba las salas de juegos de los centros comerciales ubicados en la ciudad de Barranquilla para abordar a las víctimas menores de edad con engaños y les ofrecía dinero con el fin de realizar actos sexuales, videos y fotografías con contenidos pornográficos. Estos hechos ocurrieron entre 2007 y 2008”, añadió la Vicefiscal General de la Nación, María Paulina Riveros Dueñas.
Pero su depravación no quedaba ahí. Según las autoridades colombianas, “Lobo Feroz” tenía un cómplice en México conocido como “Antony”, a quien no solo le enviaba todo el material que mantenía en su computador, sino que incluso aparentemente alcanzó a comercializar videos hasta por 200 dólares.
“Se pudo establecer que este ciudadano producía y difundía videos por internet con contenido de pornografía infantil. Así mismo, en los correos encontrados se estableció que hacía referencia a los abusos”, explicó la vicefiscal.
A esto, el general Jorge Vargas, director de la Dijin y de la Interpol en Colombia, agregó que “lo encontrado por las autoridades mexicanas relacionado con el material enviado por esta persona, tanto videos como audios y mensajes de texto, eran fuertes, incluso, tanto analistas de México y Colombia, quedaron impresionados con lo que vieron en la investigación”.
La Fiscalía podrá continuar en los estrados judiciales con todo el proceso que buscará la máxima condena para Sánchez, quien ya se encuentra en un centro carcelario de la capital y seguramente podría ser transladado a la cárcel de Valledupar donde se encuentran personas con perfiles criminales similares.
Según la vicefiscal Riveros, un fiscal seccional de Bogotá adscrito a la Unidad de Delitos contra la Libertad, Integridad y Formación Sexual presentará a el “Lobo Feroz” en audiencias de control de garantías y le imputará cargos por acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado, pornografía infantil con persona menor de 18 años y actos sexuales abusivos con menor de 14 años.
Además, la Policía aseguró que esperan más información provenientes de las autoridades de Venezuela que podrían confirmar si hubo más víctimas en el vecino país.
Infortunadamente para la historia de nuestro país, “Lobo Feroz” no es el único delincuente sexual con tantas víctimas menores de edad.
Aunque esta persona no tiene acusaciones por el delito de homicidio, la cantidad de jóvenes que afectó podría compararse al de otro reconocido delincuente: “La Bestia”, Luis Alfredo Garavito, quien se encuentra condenado por violar y asesinar a cerca de 192 niños en 11 departamentos.
Otro de los que puede estar en esa peligrosa lista es Manuel Octavio Ramírez, conocido como “el mostruo de los cañaduzales”. Esta persona, mató a unos 50 niños entre los años 1999 y 2002 en el Valle del Cauca, a quienes aprovechando su oficio de vendedor de helados los engañaba, drogaba, abusaba y les quitaba la vida. Fue capturado en 2003 luego de la denuncia de un menor que logró escapar.
Pedro Alonso López, “el monstruo de los Andes”, fue otro asesino de niños. Este hombre, tras su captura en 1980, confesó el homicidio de 300 niñas y jóvenes entre los 8 y 13 años de edad.
A diferencia de todos los anteriores, esta persona no fue enviada a la cárcel y sí a un sanatorio, donde estuvo hasta 1998 cuando fue dejado en libertad con la condición de reportarse cada mes. Desde 2002, se dejó de conocer su ubicación.