En agosto pasado, la Corte Constitucional confirmó la competencia de los Tribunales de Justicia y Paz para investigar y juzgar a los exparamilitares sujetos a desmovilización, como Salvatore Mancuso. La decisión se dio luego de dirimir un conflicto de competencias entre Justicia y Paz y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Este último tribunal se había atribuido las investigaciones sobre Salvatore Mancuso, usurpando la competencia de otros jueces.
Sin embargo, para la Corte Constitucional, “la JEP no es competente para juzgar a desmovilizados paramilitares, dado que tanto los antecedentes del Acuerdo Final que dio origen a la JEP como las disposiciones que concretaron su competencia, así lo evidencian”.
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Este fallo fue notificado el pasado 3 de octubre, y solo hasta esta semana los Tribunales de Justicia reactivaron sus respectivos procesos.
“@CConstitucional Ha notificado formalmente el Auto 1319 de 2024, a través del cual dirimió a favor de Justicia y Paz el conflicto positivo de competencia entre jurisdicciones que se generó con la JEP. A partir de esta decisión, la Jurisdicción Ordinaria reasume el conocimiento de los procesos adelantados contra el postulado Salvatore Mancuso”, informó el Tribunal de Justicia y Paz de Barranquilla.
Fue justamente ese tribunal el primero en poner el palo en la rueda a la libertad de Mancuso el pasado mes de febrero, cuando llegó al país procedente de una cárcel de Estados Unidos. A su llegada, se pensó que el exparamilitar quedaría en libertad tras su designación como gestor de paz por el Gobierno de Gustavo Petro.
Sin embargo, los magistrados se abstuvieron por varios meses de conceder el beneficio.
En el caso del Tribunal de Barranquilla, el magistrado Carlos Andrés Parra, argumentó que la libertad del exjefe criminal daba apariencia a un indulto. Detalló en ese momento que al menos en su despacho, Mancuso tiene más de 34 mil crímenes de la mayor gravedad.
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Al menos, 12.315 por homicidios en persona protegida, 2.050 desapariciones forzadas; 13.951 desplazamientos forzados, 880 crímenes de violencia basada en género y 4.997 crímenes de guerra. Por eso, había advertido el magistrado que la libertad de Mancuso y su designación como gestor de paz “conllevaría a una excarcelación ilimitada e incontrolada de un postulado al que se le han impuesto múltiples medidas de aseguramiento por delitos graves”.
En total, en la jurisdicción transicional de Justicia y Paz, Salvatore Mancuso acumula más de 65 mil hechos criminales por los que aún no ha respondido y por los cuales será llamado nuevamente a diligencias luego de que juez natural recibió vía libre para seguir adelante con las investigaciones y eventuales condenas.
Salvatore Mancuso estuvo preso en Estados Unidos durante 15 años por delitos relacionados con narcotráfico. Sin embargo, en Colombia, sus víctimas aún esperan que responda por los múltiples delitos cometidos. Muchas familias siguen esperando que el exparamilitar diga dónde quedaron los restos de sus seres queridos que fueron asesinados, desplazados o desaparecidos por los paramilitares bajo su mando.
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Mientras esas respuestas llegan, Mancuso cumple con su agenda como gestor de paz, asistiendo a eventos con el presidente de la República, en los cuales también hacen presencia víctimas del conflicto. Escenarios contrastantes que han estado en el debate de la opinión pública en las últimas semanas.
