El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, instó a buscar “caminos hacia la paz y la reconciliación”, pese a las rencillas del primer mandatario.
En medio del cada vez más caldeado ambiente político, por cuenta de la determinación del Consejo Nacional Electoral (CNE) que abrió una investigación administrativa al presidente Gustavo Petro, este jueves el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, insistió en su idea de promover el acuerdo nacional.
“La invitación al acuerdo nacional es precisamente para encontrar juntos los caminos hacia la paz y la reconciliación. Insistimos en este llamado”, dijo el ministro, quien respondió a un mensaje de monseñor Héctor Fabio Henao, quien aseguró que “llegó la hora de desescalar el lenguaje en el debate y la deliberación política”.
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El ministro manifestó que el acuerdo busca que todas las partes, desde el Estado, desde la sociedad civil y desde las distintas fuerzas políticas, “tengan la institucionalidad en el corazón de sus decisiones”.
Pese a las buenas intenciones del ministro, lo cierto es que fue el propio presidente quien se encargó de implosionar las bases de su mentado acuerdo nacional, ideado para desescalar el lenguaje, erradicar la estigmatización y respetar el disenso.
La decisión del CNE de abrirle una investigación a su campaña desató la faceta más combativa del mandatario que, al insistir en la tesis de golpe de Estado, arreció en sus críticas, atacó a la oposición y hasta lanzó temerarias acusaciones a los propios magistrados.
Aunque el presidente ha intensificado su diatriba alrededor del golpe de Estado –lo que se traduce en gasolina para su Gobierno con miras a las elecciones de 2026–, expertos coinciden en que el proceso no conducirá a su salida del cargo, pues esa facultad sigue siendo de la Comisión de Acusación de la Cámara, como lo ratificó el Consejo de Estado.
No obstante, en medio de su andanada, el mandatario la emprendió contra los magistrados. No solo acudió a descalificativos, sino que los acusó de pertenecer a la política tradicional y no los bajó de “personajes nefastos”.
En primer lugar, aseguró que el presidente de la Corporación, César Lorduy (de Cambio Radical) fue “acusado de asesinar a una novia. Ni más, ni menos”. Por otro lado, recordó que el magistrado Álvaro Hernán Prada (del Centro Democrático) está siendo investigado por la Corte Suprema de Justicia por presunto soborno a testigos.
Incluso, se refirió a la expresidenta del CNE, Maritza Martínez, manifestando que “hasta hace poco, no sé si aún, era la esposa de un paramilitar condenado o procesado, que era jefe político del Meta”.
La crispación llegó a tal punto que el senador y exconstituyente Humberto de la Calle elevó un llamado a “serenarse”, ratificando que “es unánime” que el CNE no puede tumbar al presidente.
