Este diario publicó la historia hace un mes de las acusaciones en su contra y la guerra interna en Palacio por la presunción del entorno de Laura Sarabia de que esos señalamientos estaban originados en altos directivos del propio Gobierno que no estaban de acuerdo con su gestión y la concentración de poder. Sin embargo, el nombre de Ramírez Cobo volvió a aparecer este jueves con la publicación de Noticias Caracol. Ramírez le escribió en varias oportunidades al exsubdirector de la UNGRD, Sneyder Pinilla, y a la secretaria de Olmedo López, presionando para agilizar por lo menos tres contratos en Córdoba, Bolívar y Arauca por 92.000 millones de pesos.
De acuerdo con los chats, la firma de esos proyectos era urgente para que “no se caigan los créditos de la nación”, escribió el joven asesor al exsubdirector Pinilla, hoy al borde de la cárcel para que pueda conseguir un principio de oportunidad con la Fiscalía.
La gestión de Ramírez fue tan exacta que logró poner en contacto a Pinilla con el propio ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. Este último le escribió al exsubdirector que estaba preocupado “por los proyectos viabilizados” que no se habían suscrito. Los chats y las llamadas -que también hubo- sucedieron el 14 de diciembre y luego la interlocución fue directamente con Maria Alejandra Benavides, asesora del despacho de Bonilla. Los contratos eran necesarios, según el funcionario presidencial, para que se aprobaran unos créditos que el Gobierno necesitaba como deuda y que tenían que pasar por la aprobación de una comisión que revisaba los temas de endeudamiento del país. El presidente Gustavo Petro dijo que espera que eso no sea cierto y aclaró que esa comisión “no aprueba leyes, sino unos créditos que necesitábamos para pagar las deudas de Duque”.
Ramírez supuestamente habría realizado la matriz en donde se especificaban los detalles de los contratos en Saravena, Cotorra y Carmen de Bolívar. Pero, ¿quién llevó a Presidencia al asesor?
EL COLOMBIANO consultó con tres fuentes del alto Gobierno que confirmaron que a Ramírez Cobo lo llevó Laura Sarabia en su primer cargo como jefe de gabinete. En su hoja de vida en el Sistema de Información Pública se registra su experiencia en el Congreso como integrante de una Unidad de Trabajo Legislativo del senador Harold Suárez del Centro Democrático desde el 03 de mayo de 2019 hasta el 02 de noviembre de 2021. Como asesor de Presidencia llegó tan pronto el Gobierno asumió el poder el 27 de agosto de 2022.
Los otros dos hechos cuestionables sobre Ramírez
El abogado especialista en derecho constitucional estuvo presente en un palco en Medellín para un concierto de Karol G, junto al presidente de la Cámara, Andrés Calle, acusado también de recibir mil millones de pesos por parte de Sneyder Pinilla (de la reunión en la que supuestamente se le iba a entregar ese dinero existen chats). A ese evento, al que Ramirez llegó en un avión privado pagado por David Cure, un empresario barranquillero que vive en Estados Unidos, también fue Andrés Sarabia, hermano de la directora del DAPRE. En el concierto estuvo la pareja de Ramírez, Daniela Andrade Valencia. Este periódico reveló el invoice con el que Cure pagó cerca de 15 millones de pesos por el vuelo de ida con 10 cupos a la empresa Mile High Jets.
Andrés y Jaime se conocían de tiempo atrás porque ambos estuvieron trabajando en las oficinas del Congreso; así se conoció también con Laura. Lo cuestionable es que Ramírez, siendo el enlace de Presidencia con el Congreso, estuvo en un avión privado con el presidente de la Cámara acusado también de recibir dinero corrupto para las elecciones locales de octubre pasado y para las reformas del Gobierno. Esto lo han dicho en esos términos López y Pinilla a la Fiscalía General.
El segundo hecho importante es la historia sobre su pareja. En la Fiduprevisora aparece un comunicado el 20 de septiembre pasado en el que el expresidente Mauricio Marín la posesiona como entonces vicepresidenta de contratación de la entidad.
Andrade es abogada de la Sergio Arboleda con una especialización en administración pública. El expresidente Marín aceptó a EL COLOMBIANO que la había llevado porque la conocía de tiempo atrás y confirmó que en sus manos estaba el fondo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, en donde están todos los recursos de la Unidad. Andrade tuvo un paso fugaz por ese cargo; no es claro cuándo salió, pero llegó en septiembre, un mes antes de las elecciones de octubre, fecha en la que, de acuerdo con los relatos de Pinilla y López, se habrían entregado los cuatro mil millones de pesos a los dos presidentes del Congreso, Iván Name, y Calle. Este último, con quien Ramírez y Andrade compartieron avión para el concierto de noviembre en Medellín. Hasta ahora no se sabe por qué Andrade salió de la Fiduprevisora. El expresidente Marín no contestó esa última pregunta.
La relación con los Sarabia
La relación de Jaime Ramírez con Laura Sarabia y su hermano es de largo tiempo y no tiene que ver solo con su cruce profesional. Dos fuentes que los conocen a los tres confirmaron que Ramírez es amigo personal de Andrés Parra, la pareja de Laura Sarabia, y ha compartido en diferentes eventos sociales con Andrés, el hermano de Laura. Ramírez se convirtió en la mano derecha de Sarabia en el Gobierno. Aunque los chats publicados hasta ahora en los que aparece presionando por contratos a Pinilla son de diciembre del año pasado (Sarabia era en ese momento la directora del DPS), para las fuentes en Presidencia, que prefirieron guardar su identidad, es claro que quien seguía dándole línea a Ramírez era Laura. La directora del Dapre fue quien lo llevó al Gobierno y lo mantuvo en el mismo cargo en su regreso al DAPRE, pese a que de Presidencia salieron un número importante de personas en los últimos reacomodos de Casa de Nariño. Ramírez, lejos de eso, se mantuvo en su cargo de enlace legislativo desde que el presidente llegó al poder.
De hecho, el asesor no menciona en los chats a Carlos Ramón González, quien para ese momento era su jefe, sino a Bonilla y a Velasco. Lo que vincula a Carlos Ramón es la delación de Olmedo a la Fiscalía porque allí este lo señala de participar en el cónclave en el que presuntamente se daban las instrucciones para comprar congresistas.
EL COLOMBIANO buscó a Ramírez para una entrevista, pero este no contestó.
