Ramírez está involucrado desde hace meses en el caso, porque la Fiscalía tiene los chats que lo comprometen en conversaciones sobre contratos a congresistas. Sin embargo, no ha pasado nada en el ente acusador.
Jaime Ramírez Cobo salió del país. Se trata del exasesor de Presidencia, amigo personal de Laura y Andrés Sarabia, que renunció a su cargo por las evidencias en el caso de corrupción de la UNGRD. Ramírez estaría de vacaciones en Europa pero su salida se da en medio de la activación del caso por las nuevas imputaciones que realizó la Fiscalía General a Olmedo López y Sneyder Pinilla.
En estas imputaciones quedó claro que Ramírez sí chateó con el exsubdirector de la UNGRD y con la exasesora del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, para solicitar que se agilizarán contratos de la entidad destinados a contratistas referidos por congresistas.
De acuerdo con fuentes en la Fiscalía, se están revisando las ubicaciones de Ramírez, Carlos Ramón González, que también viajó a España en los últimos días, Luis Fernando Velasco, y Ricardo Bonilla. Sin embargo, esto es paradójico porque la evidencia contra todos los funcionarios del Gobierno ha estado en poder de la entidad desde hace meses, cuando López y Pinilla empezaron a hacer las primeras delaciones y entregaron las pruebas en los expedientes, sin que nada ocurriera. La Fiscalía no ha tomado ninguna decisión hasta ahora en caso de ninguno de los altos funcionarios del Gobierno que fueron señalados en el caso.
De hecho, EL COLOMBIANO ya había llamado la atención sobre el caso de Ramírez porque los chats en los que aparece hablando de los contratos para los congresistas cuando el Ministerio de Hacienda necesitaba aprobar los créditos de la nación son explícitos. Ramírez le envió una matriz de los contratos por 92.000 millones de pesos para tres municipios a Pinilla. La grave irregularidad es que en esos casos los nombres de los contratistas fueron entregados por los representantes, como quedó probado en otros chats que le dio después a la Fiscalía la exasesora del ministro Bonilla. Los casos más detallados son los de los representantes Wadith Manzur, de Córdoba y Karen Manrique, de Arauca.
Este diario supo que en el caso del ministro Velasco, este está en su casa en Pance, Valle del Cauca, y que hace dos meses le envió una carta a la Fiscalía asegurando que estaba dispuesto a acudir a la justicia cuando lo requirieran. En ese documento también envió su dirección de vivienda. El exministro Ricardo Bonilla respondió igualmente a este diario que se encuentra en su casa en Bogotá.
Ramírez ha tenido otras importantes conexiones con el poder. Su pareja es Daniela Andrade Valencia, la ex vicepresidenta de la Fiduprevisora que renunció a ese cargo hace año y medio y aparece firmando los recursos aprobados por la UNGRD para el desembolso de los carrotanques. Este periódico reveló que en 2024 Andrade fue hasta el despacho del presidente Gustavo Petro antes de renunciar a su posición junto al entonces presidente de la entidad, Mauricio Marín, para alertar por las consecuencias en el cambio del modelo de salud del Fondo del Magisterio. Esto porque no estaba lista la transición. El modelo ha tenido problemas para la garantía de atenciones y medicamentos a los pacientes hasta ahora.
El exasesor es a su vez amigo personal de Andrés Sarabia, el hermano de la canciller y ex jefe del DAPRE, Laura Sarabia. Y viajó con él, Andrade y el expresidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calle (también salpicado en el caso UNGRD), a un concierto de Karol G en Medellín a finales de 2023. Ese viaje fue pagado por David Cure, un heredero de empresarios de clínicas en Barranquilla, que tiene actualmente contratos con el FOMAG. EL COLOMBIANO buscó a personas cercanas a Ramírez para preguntarles por su salida del país pero no contestaron.
