Continuar con las investigaciones en geografía, hidrografía, oceanografía, seguridad marítima, biodiversidad, entre otras, es el desafío de los 25 investigadores que se embarcarán en la cuarta expedición a la Antártida que realizará Colombia, nuevamente, a bordo del buque ARC 20 de Julio (ver gráfico).
El viaje se realizará en el verano austral 2017-2018 (diciembre-marzo) y en esta ocasión, según han conocido de primera mano, algunos investigadores, uno de los visitantes del buque será el presidente Juan Manuel Santos; ya que este será el último viaje que realice la expedición durante su gobierno.
El almirante Juan Manuel Soltau, secretario ejecutivo de la Comisión Colombiana del Océano, explicó en qué consiste este viaje, qué van a investigar y cuáles son las dificultades presupuestales que tienen los investigadores.
¿Cómo está la preparación para volver a la Antártida?
“En este momento estamos en la parte final del alistamiento de la Cuarta Expedición Científica, en esta ocasión, denominada ‘Almirante Tono’. Hemos tenido muy buenas noticias de parte de la Armada Nacional que ha designado, nuevamente, al buque ARC 20 de Julio para que zarpe el 15 de diciembre, llevando a bordo 25 investigadores, cuatro de los cuales son de Chile, Argentina, Ecuador y Perú. Los otros 21 son colombianos. En total, fueron seleccionados 16 proyectos de investigación que se harán en el viaje”.
¿Tienen ya el recorrido?
“La idea es que el buque llegue al estrecho de Gerlache, que fue donde estuvimos la primera vez. Ahí se van a tomar muestras referentes a parámetros oceanográficos, hidrográficos y realizar estudios de biodiversidad, principalmente orientados a mamíferos, a invertebrados. En el caso del buque este año haremos una ruta entre Cartagena, Valparaíso (Chile), luego iremos a Punta Arenas (Chile) ahí nos vamos a aprovisionar. Por último, vamos a cruzar el paso de Drake y estaremos en algunas estaciones científicas de países cooperantes donde también vamos a tener 22 investigadores más. Estaremos en Antártida, puntualmente, en el mes de enero y parte de febrero y el regreso será el 3 de marzo de 2018.
Esperemos que podamos reportar el mismo éxito que hemos tenido en las tres primeras expediciones. Es de anotar que este año llevamos unas expectativas de investigación mucho mayores que además se unirán a las que tienen la comunidad internacional en los temas entre la Antártica y el trópico en los tiempos que estamos viviendo de cambio climático”.
¿Por qué llevamos el buque ARC 20 de Julio?
“El barco es la plataforma para poder hacer mediciones en el mar. Efectivamente, hemos hecho expediciones sin el buque y en esos viajes estamos sujetos a los barcos de otras naciones o a lo que se pueda hacer en las islas pequeñas, es decir, que no nos podemos alejar mucho de las costas. Entonces, el hecho de llevar un buque como el 20 de Julio, que es ciento por ciento colombiano, de 1.200 toneladas, que aloja 100 personas más un helicóptero, es darnos presencia y mayor capacidad de toma de datos. De hecho, se estarán tomando registros a lo largo de la costa Suramericana. Toda la comparación de lo que son masas de agua y los cambios de temperaturas se puede realizar en todo el recorrido desde las costas colombianas hasta la Antártica. Haremos la misma ruta de las ballenas, que son las mismas que estamos observando en Bahía Malaga y Buenaventura. Estas ballenas vienen de la Antártica y regresan. Entonces, hay una conectividad biológica importante”.
¿Cómo va el tema de la financiación del programa Antártico? ¿Ya hay una apuesta clara del Gobierno?
“No. Seguimos con ese reto. Necesitamos formular una estructural presupuestal que venga desde MinHacienda porque en este momento el programa se financia desde instituciones como la Armada y el Ministerio de Defensa. Hay algunos aportes de las universidades, también hay presupuesto de la Comisión Colombiana del Océano y de cooperación internacional. El programa no tiene una estructura de financiamiento, aunque a principios de octubre se discutió en la sesión 104 de la comisión que estuvo encabezada por el vicepresidente el general (r) Óscar Naranjo y allí se invitó a los miembros para presentar alternativas con el fin de consolidar una financiación público-privada, en la cual las empresas le puedan aportar a la ciencia marina y el sector público asegure unos recursos para las operaciones principales”.