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Fin del primer ciclo: ELN y Ejército ‘pactan’ no atacarse en dos regiones, así van los avances

El primer ciclo de conversaciones concluyó este lunes en Caracas, Venezuela. Cese bilateral al fuego será analizado a partir de enero en México, elegido como nueva sede.

  • La mesa de negociación cerró este lunes desde Caracas, Venezuela, su primer ciclo de conversaciones. Se espera que el segundo ciclo arranque en enero desde México, elegida como sede. FOTO cortesía
    La mesa de negociación cerró este lunes desde Caracas, Venezuela, su primer ciclo de conversaciones. Se espera que el segundo ciclo arranque en enero desde México, elegida como sede. FOTO cortesía
13 de diciembre de 2022
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El Ejército de Liberación Nacional, ELN, y la Fuerza Pública dejarán de dispararse mutuamente, por ahora, en dos zonas específicas del país, lo que se traduce en el primer desescalamiento del conflicto con esa guerrilla en más de cuatro años.

El anuncio se dio durante el cierre del primer ciclo de conversaciones entre el grupo insurgente y el Gobierno de Gustavo Petro, una negociación que inició el pasado 21 de noviembre y que tuvo a las dos delegaciones debatiendo en Caracas, Venezuela, hasta este lunes.

El pacto para no atacarse mutuamente viene acompañado de una serie de alivios humanitarios, como lo denominó la mesa de negociación al respiro que tendrán las comunidades inmersas en el conflicto armado por décadas. Entre ellos, el jefe negociador del Gobierno, Otty Patiño, detalló que habrá unas pequeñas “zonas de paz” en las que el Estado y el ELN prometen no atentar contra la población civil ni entre ellos mismos.

Dichas zonas fueron delimitadas en Bajo Calima, una localidad de Buenaventura (Valle del Cauca), y en el Medio San Juan, en Chocó. En ambas regiones, las delegaciones reconocieron una “delicada situación de violencia” que empezará a ser atendida con dichos alivios a partir de enero de 2023.

Este primer acuerdo se entiende como un pequeño cese de hostilidades entre ambas partes mientras se retoma el segundo ciclo de conversaciones, donde sí se espera hablar de un cese bilateral al fuego.

De hecho, el jefe negociador del ELN, Pablo Beltrán, detalló que estas acciones serían “pruebas piloto” de una serie de acciones que podrían replicarse a más zonas altamente violentas del país como Arauca y Norte de Santander.

Por ahora, esos avances tendrán que esperar hasta el nuevo ciclo de conversación, cuyo inicio se tiene previsto para finales de enero de 2023, en México, un país que fue catalogado bajo la calidad de garante de las negociaciones de paz entre el Gobierno y el ELN y que, además, está gobernado por el presidente de izquierda Andrés Manuel López Obrador.

Esa nueva sede del proceso de paz, anunciada también este lunes, ya fue confirmada por el gobierno de AMLO y está “evaluando las fechas tentativas que solicitaron las partes”, como dijo un alto funcionario del Gobierno mexicano.

21 días de diálogos

Pero ese anuncio fue solo uno de los cuatro acuerdos claves que evidenciaron ambas delegaciones luego de tres semanas de negociación.

Además de esos alivios humanitarios, la mesa también detalló que ya elaboró una normativa que regirá todos los diálogos y que “realizará trabajos” para definir cómo será la pedagogía y las comunicaciones de la negociación para “ampliar el apoyo de la sociedad colombiana”.

Sumado a eso, el ELN y el Gobierno también revelaron que le realizaron modificaciones a los protocolos que ya se habían pactado con el entonces presidente Juan Manuel Santos.

Según el senador Iván Cepeda, dichos cambios tienen que ver, por ejemplo, con la inclusión de más mujeres a la mesa de negociación y la designación de otras naciones acompañantes y garantes. Todo ello, “atendiendo a las nuevas realidades nacionales e internacionales”.

Los puntos tensos

Pese a los acuerdos de este lunes, la opinión pública esperaba anuncios como el cese unilateral o bilateral del fuego.

Aunque esa noticia no se dio, el segundo ciclo de conversaciones sí pretende llegar a ese punto en el corto plazo.

De hecho, Beltrán insistió en que el ELN le ha pedido al Gobierno que el alto el fuego se dé en ambas partes para que “no sea aprovechado como en anteriores ocasiones para debilitarnos militarmente”, dijo.

Una petición que fue respaldada por Patiño, quien confirmó que el Gobierno sí ve posible de ese cese bilateral en los ciclos siguientes.

Aún así, este es uno de los temas que ha generado frenos al interior de la mesa pues, pese a conversarlo y ponerlo en la agenda en reiteradas ocasiones, ambas delegaciones prefirieron esperar hasta el nuevo ciclo, en México, para debatir a profundidad y poner las líneas rojas que limitarían ese cese de hostilidades.

Además de ese tema, un rumor relacionado con la Primera Línea también logró tensionar a la mesa. Pese a insistir en que el ELN y la delegación del Gobierno no solicitaron liberar a dichos jóvenes, el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, sí se abrió a la posibilidad de que los integrantes de dicho grupo participen en las negociaciones como “un sector de la población que necesita ser escuchado y que ha sido, en muchos casos, el que ha generado la conciencia en el país de qué hay problemas de desigualdad”.

Por ahora se sabe que la mayor parte de los delegados del Gobierno tomaron un vuelo a Bogotá en la tarde de este lunes, justo después de finalizar la rueda de prensa y de participar de una última reunión cuyo tema, como casi todo en estas negociaciones, fue reservado.

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