La crisis del coronavirus no detuvo la justicia, pero le cambió el ritmo. Las personas ya no hacen largas filas a las afueras de los despachos para radicar tutelas, participar en audiencias o presentar documentación. Y ahora, todos esos trámites se harán en línea. Así lo determinó el Gobierno nacional mediante el Decreto 806 de 2020, expedido este viernes, que fleixibiliza la administración de justicia a través de la tecnología, especialmente, en procesos civiles, laborales, de familia y de lo contencioso administrativo.
La norma fue dada a conocer justo después de que la Asociación Nacional de Funcionarios y Empleados Judiciales (Asonal Judicial), exhortara a los integrantes de la Rama a no retomar actividades presenciales el próximo lunes 8 de junio, cuando se vence la suspensión de términos en los procesos, que había sido determinada por el Consejo Superior de la Judicatura a raíz de la pandemia.
Ante la inminente fecha, Asonal Judicial alertó a los magistrados del Consejo Superior de la Judicatura que ese tribunal no ha construido un protocolo de bioseguridad “que sea posible de cumplir” para volver a la presencialidad y que tras una visita del comité de Salud y Seguridad en el Trabajo a las sedes judiciales de Bogotá, se evidenció que “no se controlan aspectos tan vitales como el distanciamiento social, toma de temperatura, limpieza de zapatos, provisión de elementos de higiene”.
Por eso, la asociación señaló que “definir el momento para el regreso es vital, no puede ser en tiempo de mayor contagio y no puede preverse de manera uniforme para todo el país. Debe ser gradual, por fases y siempre que se cumplan los protocolos”.
El pronunciamiento del sindicato concluyó elevando la petición de “mantener la suspensión de los términos judiciales hasta tanto se verifiquen y garanticen las condiciones de un retorno seguro y responsable”.
Y aunque el tribunal no se pronunció al respecto, el Decreto firmado ayer por el presidente Iván Duque y sus ministros establece nuevas pautas de trabajo a distancia para la Rama, de manera que los procesos judiciales puedan seguir su curso.