El Ejército de Liberación Nacional (ELN) liberó a los soldados Fernando Urrego Rayo y Luifer Mejía Beltrán. Los uniformados permanecieron 16 y 13 días, respectivamente, en cautiverio luego de que el grupo insurgente los retuviera a principios de noviembre en Tame, la liberación ocurre días antes del reinicio de los diálogos con el Gobierno.
“El Frente de Guerra Oriental informa que este es un gesto humanitario unilateral se ha tomado la determinación de hacer entrega de los prisioneros de guerra que unidades del frente de guerra han neutralizado en operaciones de registro y control territorial”, afirmó alias Camilo, vocero de la guerrilla en la entrega.
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Los soldados profesionales fueron entregados a una comisión de la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica en zona rural entre los municipios de Tame y Fortul. Desde allí fueron trasladados, según el ministerio público, hasta una zona segura para hacerles un chequeo médico y reencontrarlos con las familias.
Los soldados pertenecen a la Octava División del Ejército y habían salido de licencia cuando fueron obligados a bajarse del bus y, posteriormente, retenidos por los guerrilleros en zona rural de Tame. Por este hecho el Ejército confirmó acciones legales al considerar que, los uniformados estaban fuera del combate, y que, por tanto, era una infracción al Derecho Internacional Humanitario.
“Esta no es una violación al cese al fuego porque todavía no se ha pactado, ni se ha reanudado la mesa de negociación con esta organización. Cualquier información contraria es tendenciosa y sin fundamento”, añadió el vocero del ELN.
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Desde la Defensoría del pueblo pidieron al ELN y a los demás grupos ilegales que sigan ofreciendo gestos de paz que “permitan el avance de los diálogos para la consolidación de la paz total que viene proponiendo el Gobierno Nacional”.
La liberación de los uniformados ocurre a días de la reanudación de los diálogos entre el ELN y el gobierno Colombiano. A la espera de que se confirmen los jefes negociadores de las partes, el comisionado de paz, Danilo Rueda, ha insistido que una de las condiciones para el diálogo es el cese de las violaciones de los derechos humanos.