Por la lupa de la Contraloría Delegada de Minas y Energía pasarán más de 1.000 millones de dólares destinados a contrataciones en el proyecto de ampliación y modernización de la Refinería de Cartagena (Reficar).
La nueva indagación, que adelantan 16 auditores especialistas entre ingenieros civiles, de petróleos y de sistemas, abogados, contadores, economistas y administradores, evaluará también los estados financieros de la compañía. El proceso terminará el próximo 30 de junio.
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Según la Contraloría, se “encontraron hechos que evidencian una gestión fiscal ineficiente, como pérdidas importantes y otras situaciones en su activo, que evidencian un desempeño no deseado”.
En ese orden, los investigadores revisarán minuciosamente en qué se usaron los recursos del proyecto de ampliación, como los cobros de utilidades de los subcontratistas, y cuáles fueron los pagos dobles -triples, incluso-, que hizo Reficar en algunos contratos.
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El organismo de control recordó además que en la pasada auditoría -en la que se encontraron pérdidas por más de 943 millones de dólares- hubo inconvenientes para entregar información a la Contraloría, lo que obligó a abrir dos proceso sancionatorios contra la firma CB&I.
El lucro cesante en el caso de corrupción de Reficar asciende a 1.936 millones de dólares, alrededor de seis billones de pesos, que equivalen, más o menos, a lo que se espera recoger con la reforma tributaria aprobada a finales del año pasado.
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