En pleno horario estelar de la televisión, el Gobierno había decidido transmitir el Consejo de Ministros que se realiza cada lunes. Pero faltando poco más de una hora decidió cancelarlo sin detallar el por qué.
Esta vez, a diferencia de la semana pasada, se iba a transmitir no solo en canales públicos sino también en canales privados y tenía el objetivo, según fuentes de Presidencia, de ambientar la antesala a las movilizaciones de este martes 18 de marzo para promover la anunciada consulta popular tras el hundimiento de la reforma laboral en el Senado.
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Estaba previsto que este Consejo de Ministros televisado empezara a las 7:00 p.m. en la noche de hoy lunes 17 de marzo. Fuentes de Presidencia le dijeron a EL COLOMBIANO se van a “dedicar al tema de mañana”, refiriéndose a las manifestaciones convocadas.
Esta medida ha sido criticada desde la primera vez que sucedió, el 4 de febrero de este año, porque por ley los Consejos de Ministros tienen reserva legal pues se comentan temas que son de seguridad nacional. Aún así, el Gobierno ha insistido en transmitir ese espacio con un costo político alto pues el primero de los Consejos desató una crisis interna en el gabinete porque varios funcionarios criticaron la presencia de Armando Benedetti (entonces jefe de gabinete, ahora ministro del Interior) y Laura Sarabia (Cancillería).
Eso parece un recuerdo lejano pues ahora el presidente Petro y el Ejecutivo en pleno está volcado a ambientar la campaña para la anunciada consulta popular.
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La campaña de la consulta popular también es por el 2026
No hay duda de que empezaron las elecciones de 2026 un año antes. El presidente Gustavo Petro decidió declarar este martes 18 de marzo como día cívico —así como el año pasado declaró día cívico el 19 de abril, su cumpleaños y fecha fundacional del M-19, guerrilla a la que perteneció— para que “la gente salga a marchar y sea el pueblo el que decida el futuro de la reforma laboral y de la salud”.
El Gobierno en pleno, apoyado en las centrales obreras, los maestros del sector público, movimientos sociales e indígenas, entre otros sectores afines, convocó marchas en todo el país para dar inicio a la campaña por la consulta popular y, de paso, medir el pulso en las calles para las elecciones legislativas de marzo y la primera vuelta presidencial de mayo en 2026.
La maquinaria estatal, que incluye recursos de los contribuyentes, estará volcada a hacer campaña. Por eso, de entrada, varios gobernadores y alcaldes le pusieron el “tatequieto” al presidente Petro y no le caminarán al día cívico.
En este caso, el mandatario sabe que está en juego su legado pues de las grandes reformas que prometió solo ha salido adelante la reforma pensional que, además, peligra en la Corte Constitucional si prospera la revisión de errores de trámite. Mientras tanto, queda poco margen de maniobra porque ya han pasado más de dos años y medio y el desgaste del Gobierno es notorio.
Quizá por ese desgaste, dicen fuentes de Presidencia, Petro está haciendo una apuesta ambiciosa, pero también improvisada que ha despertado oposición de diversos sectores, incluyendo gobernadores y alcaldes.
