Diez años después de la muerte del joven grafitero Diego Felipe Becerra, este lunes la justicia falló en primera instancia a favor de su familia y condenó a los policías y al civil que pretendieron justificar el asesinato del menor de edad.
La pena más alta la deberá pagar el coronel retirado Nelson de Jesús Arévalo, quien para esa ocasión era el comandante de la estación de la Policía de Suba, en Bogotá. El uniformado fue sentenciado a 22 años de prisión por la juez 19 Penal del Circuito.
Esa misma cantidad de años fue la dictada para el patrullero Wilmer Antonio Alarcón, quien disparó contra el joven Diego Felipe Becerra y participó del montaje para justificar su asesinato. Mientras que el teniente Rosemberg Madrid Orozco, comandante del CAI de Los Andes cuando ocurrieron los hechos, recibió 11 años de condena. Además, el subintendente Juan Carlos Leal, también de ese CAI, deberá pagar 20 años y cinco meses.