La senadora María José Pizarro, ponente del proyecto y primera vicepresidenta, aseguró que probablemente a la reforma “se le colgaron demasiadas cosas”.
El petrismo, en cabeza de la senadora María José Pizarro (Pacto Histórico), este miércoles declaró formalmente hundida la reforma a la educación del Gobierno de Gustavo Petro. Según la congresista, la responsabilidad en el naufragio del proyecto es de la oposición, representada por partidos como Centro Democrático o Cambio Radical.
“Se hunde este proyecto por decisión de los partidos de oposición”, reclamó la congresista en diálogo con el noticiero CM&, asegurando que la oposición –que hizo uso a su derecho de coordinar la plenaria del Senado–, priorizó otros proyectos durante el lunes, martes y este miércoles. “Tal vez se le colgaron demasiadas cosas (a la reforma)”, agregó.
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Teniendo en cuenta que las sesiones ordinarias concluyen este jueves, la senadora petrista –quien además era la ponente del proyecto–, reconoció que los tiempos legislativos están muy apretados para sacar la iniciativa y que el proyecto terminará archivado. Sin embargo, fuentes en el Gobierno consultadas por este diario aún no dan por hundido el proyecto y hay expectativa por lo que pueda pasar en el último día de sesiones.
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En ese sentido, Pizarro destacó las movilizaciones que este miércoles realizó la Federación Nacional de Educadores (Fecode) en contra del proyecto y aseguró que varias de las observaciones del gremio fueron tenidas en cuenta.
“Aquí en el Congreso hay unas discusiones. Afuera en la calle hay otras. Por supuesto esto lo que nos obliga es a construir los consensos necesarios alrededor de este derecho fundamental, pero sobre lo fundamental (...) Respaldo a los maestros y a su derecho legítimo a la movilización. Incluimos sus reflexiones en nuestra ponencia. Estamos dispuestos a avanzar y conversar juntos”, manifestó.
Según la congresista, es necesario que con miras al 20 de julio, cuando arranca otro periodo legislativo, se trabaje en la construcción de un nuevo proyecto. “Es un derecho que no puede seguírsele negando a la sociedad colombiana, sobre todo cuando queremos construir una sociedad competitiva, productiva y en paz”, precisó.
La reforma se terminó desbaratando luego de que, tras superar su tercer debate, sectores como la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) o la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) expresaran su descontento con el acuerdo al que llegaron la bancada de Gobierno y oposición.
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Entre otros, hubo rechazo porque se haya pactado un modelo mixto de educación –y no uno esencialmente público–; que considerara el desempeño de los estudiantes en las pruebas de Estado como criterio para evaluar a los profesores, o que se diera vía libre a la educación terciaria (técnica y tecnológica).
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El descontento subió a tal nivel que hubo marchas en contra de la reforma y los escuderos irrestrictos del Gobierno sentaron su voz de protesta con visos de pelea. Ante semejante situación, este martes el presidente Gustavo Petro no tuvo de otra que salir a desautorizar a su ministra de Educación, Aurora Vergara, y quejarse por lo acordado.
“Hay que decirlo, quienes no quieren la educación pública ganaron, saboteando el proyecto del Gobierno”, aseguró el Jefe de Estado, quien reivindicó el enfoque estatal del proyecto y dejó de lado a los privados: “Como sucede con los colegios privados, será apoyada por el Gobierno, pero no con los recursos públicos que se deben centrar en la educación pública para garantizar que sea un derecho público universal”.
