“Querían que yo fuera a México a compartir mi experiencia”. Con esa frase el exdirector de la Policía Nacional de Colombia, general en retiro Rosso José Serrano, recordado por su lucha frontal contra los carteles de la droga en el país, dio a conocer que prestó asesoría a las autoridades mexicanas para lograr la recaptura de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, uno de los traficantes de droga más buscados del mundo.
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Según confirmó el propio Serrano, días después de la fuga del capo de una de las cárceles más seguras de México, el presidente Juan Manuel Santos, en conversación con su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, ofreció la colaboración de policías y militares colombianos, teniendo en cuenta que en el país había sucedido algo similar cuando en 1992 Pablo Escobar logró escaparse de la justicia.
El expolicía dijo que viajó a México en compañía del entonces director del desaparecido Das y sostuvo varias reuniones con altos mandos de los cuerpos de seguridad del país azteca. Entre las recomendaciones que hizo, Serrano sugirió que para la búsqueda del capo se crearanun grupos pequeños. “Tener grupos especializados pequeños y no una cosa masiva. Que no esté todo el mundo persiguiendo a semejante tigre”.
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Para Serrano, otro de las factores que pudieron haber favorecido la recaptura del Chapo, fue la recompensa de 5 millones de dólares que ofrecía el gobierno de los Estados Unidos y que se sumaba a la de 3,5 millones adicionales de las autoridades mexicanas. “Eso pudo desestabilizarlo a él y a su grupo”, aseguró el exoficial.
Por último, el exuniformado, quien lideró la operación para desmantelar el cartel de Cali a mediados de 1995 y dio con la captura de los hermanos Rodríguez Orejuela, afirmó en una entrevista concedida a RCN, que aconsejó a los organismos de seguridad mexicanos mantener la calma pese a la presión que había sobre ellos. “Les dije que se calmaran y les recordé que a nosotros también se nos había volado un capo, Pablo Escobar, en 1992”.
