Los ánimos dentro del Partido Liberal están crispados por la elección del presidente de la Cámara de Representantes para el periodo legislativo que inicia este 20 de julio. Tres representantes están en la puja por ese cargo y uno de ellos, el que parece tener más posibilidades de quedarse con el segundo asiento más importante del Congreso, es una ficha cercana al Gobierno de Gustavo Petro.
Se trata del representante por Córdoba, Andrés Calle, quien está en su segundo periodo legislativo y en 2022 fue uno de los liberales que le movió votos en la costa a Petro para que resultara ganador en las elecciones.
Tan cercano es Calle al Pacto Histórico que el miércoles de la semana pasada cenó con el actual presidente de la Cámara, David Racero, para hablar del apoyo del Pacto a su postulación en un restaurante capitalino y esa misma semana tuvo una reunión en un apartamento en Bogotá con la bancada del Pacto de la Cámara, los mismos que podrían ponerle 28 votos para la elección del 20 de julio.
El corrillo entre los liberales es que Calle ya se tomó los whiskies con los del Pacto y tiene asegurada su nominación por ese lado. Tanto es así que el ministro del Interior y también liberal, Luis Fernando Velasco, ya dijo que tiene preferencias por Calle porque ha apoyado el proyecto del Pacto desde el año pasado.
El representante Calle dice que no quiere dar declaraciones hasta que se defina la votación que ya está citada para las 2 de la tarde de este jueves, pero una persona de su círculo político detalló que –hasta el momento– le cumplirían el acuerdo de darle la Presidencia de la Cámara.
Un cuestionado a la Cámara
Pero la influencia de Calle va más allá del Congreso: su hermano Gabriel Calle es candidato a la Gobernación de Córdoba y, si bien recogió firmas, ya tiene el respaldo del Pacto Histórico.
A falta de dos Calles, hay tres: Gabriel Calle (padre) está buscando la Alcaldía de Montelíbano –municipio del departamento de Córdoba– y también tiene el respaldo del Pacto de Petro.
Así que el Clan Calle podría llegar al cargo que tiene el poder de controlar la agenda de lo que se discute –y lo que se aplaza– en el Congreso. Palabras más palabras menos: el representante Calle sería quien tendría la tarea de salvar las reformas del presidente Petro en ese recinto, donde está pendiente el segundo debate de la reforma a la salud.
El congresista tiene línea directa con la Casa de Nariño porque era el enviado de los liberales de la Cámara para pedir cita con los ministros. Sus amistades con el Gobierno también lo dejaron en el ojo del huracán y es uno de los 18 liberales contra los que la Corte Suprema de Justicia abrió indagación preliminar por, presuntamente, estar buscando cargos en el Fondo Nacional del Ahorro a cambio de apoyar las reformas.
La repartija de mermelada habría untado al Clan Calle y los hermanos también son señalados de haber hecho una construcción en el humedal Furatena, por lo que la Corporación Autónoma Regional de los Valles de Sinú y de San Jorge abrió desde marzo de 2022 una investigación en su contra por, presuntamente, construir en un área protegida de forma irregular.
Que Calle es un político cuestionado que legislaría a favor del Gobierno es uno de los argumentos que están usando sus dos contendores al cargo cuando se citan –uno a uno– con el resto de congresistas para intentar convencerlos de que volteen su voto.
Los que quieren ganarle a Calle
El representante antioqueño Julián Peinado puso su nombre para la Presidencia de la Cámara. Contrario a Calle, Peinado es de los liberales que ha cuestionado al Gobierno y es de los que insiste en que el partido tenga independencia. Peinado sostuvo que “el Congreso merece una independencia porque el Gobierno no ha hecho sino meterle la mano a la Cámara de Representantes en la toma de decisiones”.
El otro es el representante por el Putumayo Carlos Ardila, una postura media entre apoyar al Gobierno u oponerse a él, que también puso su nombre para la Presidencia. Sin embargo, no es un congresista de simpatías con el líder del partido, el expresidente César Gaviria, porque es uno de los 19 que firmó una carta en contra suya en abril: la misiva de la discordia que destapó la puja de Velasco con Gaviria por dominar la bancada.
Tanto Peinado como Ardila están buscando reuniones con los presidentes de los otros partidos –sobre todo de Cambio Radical, el Conservador y el Centro Democrático– para arañar votos de sus congresistas a favor de su candidatura.
La puja está tan acentuada que un congresista de ese partido dijo que, “como se están dando las cosas, no existe oficialmente candidato del partido”. ¿Y qué dice el expresidente César Gaviria? Desde su círculo dicen que los tres candidatos a la Presidencia son cercanos a él y que es falso que la definición de la Presidencia de la Cámara sea, en realidad, una apretada resolución por quién tiene el mando del partido entre Gaviria y el ministro Velasco.
Lo curioso es que a menos de 72 horas para que inicie la plenaria del Congreso para la elección del presidente de la Cámara todavía no hay cita del partido a la bancada para votar por un candidato único. Una fuente sostuvo que, a falta de acuerdos, este mismo martes podría salir un pronunciamiento sobre que el partido estaría sin candidato único, lo que dejaría la elección al menudeo.