El alcalde de Cúcuta, Jorge Enrique Acevedo, le pidió formalmente a la Cancillería evitar el arribo de migrantes venezolanos provenientes de Panamá, tras las recientes declaraciones del presidente de ese país, José Raúl Mulino, que sugirió la posibilidad de enviar a Cúcuta deportados, puesto que no tiene relaciones diplomáticas con Caracas.
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“El envío a Venezuela, como lo he dicho, no es factible desde Panamá por parte nuestra. Nosotros no tenemos contacto alguno con el gobierno de Venezuela. Sin embargo, estamos ensayando posibilidades para que ahora podamos volar los de Panamá a Cúcuta, que es territorio colombiano”, había dicho el presidente panameño.
Cabe recordar que Panamá se ofreció como puente para repatriar migrantes que deporte Estados Unidos.
En su solicitud, Acevedo explicó que la ciudad ya enfrenta una grave crisis humanitaria y no cuenta con los recursos ni la infraestructura necesaria para acoger a más personas en estado de vulnerabilidad.
El mandatario local hizo hincapié en que Cúcuta ha recibido, en los últimos 25 días, un total de 24.976 personas desplazadas desde el Catatumbo, lo que ha desbordado la capacidad de la ciudad para brindar atención adecuada.
“La ciudad no está en condiciones de recibir ni a un solo migrante más”, señaló Acevedo en su cuenta de X, quien subrayó que la llegada de más personas podría agravar aún más la situación.
Así las cosas, el Alcalde resaltó en su carta a la Cancillería, encabezada por la ministra Laura Sarabia, que la llegada de migrantes podría incrementar los “cinturones de miseria, las cifras de desocupación y la delincuencia” en una ciudad que ya se enfrenta a grandes desafíos económicos y sociales.
“Entendiendo que dicha operación debe ser autorizada por el gobierno colombiano, me permito acudir a usted para que, a través de su intermedio, se dé a conocer esta situación al señor presidente de la República, Dr. Gustavo Petro, y se tomen las medidas necesarias para evitar que más desplazados lleguen a Cúcuta”, dijo el mandatario municipal en el documento.
Según Acevedo, la capacidad de Cúcuta está al límite y cualquier aumento en el número de desplazados solo empeoraría las condiciones de vida en la región, exacerbando la miseria y las dificultades que ya enfrenta la población local.
Reiteró que, aunque entiende la complejidad de la situación migratoria, la prioridad debe ser la protección de las condiciones de vida de los residentes de Cúcuta, sin descuidar la ayuda humanitaria a los desplazados.
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