A los 19 años, como pocos jóvenes en el país, Santiago Martínez Jaramillo participó en un encuentro mundial para reflexionar sobre educación de calidad para la ciudadanía global, evento organizado por la ONU en Corea del Sur.
“Fue una experiencia increíble. Conocí personas de todo el mundo y aprendí un poco de otras culturas que inspiran y nos abren la mente”, dice.
Además, la Organización de los Estados Americanos, OEA, lo invitó a la Cumbre de las Américas, que culminó ayer, a contar su experiencia en el emprendimiento social Cómo lo cambiarías.
Pero, ¿quién es este muchacho que a tan corta edad participa en estos eventos de talla mundial?
Cuando tenía 15 años y mientras departía con amigos y compañeros de clase surgió un pensamiento que más adelante se convirtió en idea de negocio, que fue mejorando con el tiempo hasta transformarse en su primer emprendimiento, su primera empresa: Dynamic.
Para un adolescente el entorno son los jóvenes, muchachos con gustos similares y visiones del mundo parecidas. “Formamos una empresa para adolescentes, dirigida por muchachos. Organizábamos fiestas y eventos temáticos”, explica mientras la emoción se apodera de su tono de voz.
Santiago es un apasionado por la vida. Aunque no se define como una persona muy aplicada, reconoce que para ciertas cosas lo es, aunque no para todo. Aclaración que da, seguida de una sonrisa que deja percibir cierta timidez.
Le encanta disfrutar de la naturaleza y del campo. Estar al aire libre es una oportunidad que aprovecha, cada vez que puede, y que tratará de gozarse al máximo ahora que su familia se trasladó a vivir al Oriente del departamento.
Confiesa que las fiestas y el alcohol no son lo suyo. “No soy de mucha rumba, ni de tragos, casi no en realidad”, dice.
Le gusta compartir con amigos y cenar. Se deleita con una buena conversación, pues cree firmemente que en las charlas placenteras, que siempre se recuerdan, se aprende mucho del otro, agrega el jóven universitario.