Emvarias propone estación de transferencia fuera de Medellín

Concejales de Medellín piden que la estación de transferencia se ligue al proyecto del tren de cercanías.

El gerente de Emvarias confía en que en el futuro haya mejores alternativas para la disposición final de los residuos sólidos, hasta permitir su aprovechamiento y la generación de valor a partir de ellos. FOTO donaldo zuluaga

Se han analizado cinco lotes desde el año pasado para ubicar la estación de transferencia que Empresas Varias (Emvarias) pretende implementar para el manejo de los residuos sólidos —alternativas contempladas en Girardota, Barbosa, Bello e Itagüí—, pero aún no se sabe a dónde llevarlos antes de que vayan al relleno sanitario La Pradera, en jurisdicción de Donmatías.

La estación tiene como finalidad usar, a partir de allí, un medio de transporte más eficiente que los camiones recolectores para trasladar los residuos hasta su destino final. La idea busca reducir costos, al igual que la afectación al medio ambiente y a la comunidad en el recorrido.

El gerente de Emvarias, Javier Ignacio Hurtado, presentó ante el Concejo de Medellín la posibilidad de que dicha estación, en la que se compactarían los residuos y se cargarían en camiones especiales de mayor volumen, se ubicara en Girardota. Sin embargo la propuesta encontró reparos entre los corporados.

La basura en tren

El concejal Óscar Hoyos consideró inconveniente que la estación de transferencias se ubique fuera de Medellín, teniendo en cuenta el objetivo de que sean menores los desplazamientos de los vehículos. A su juicio, la solución a este problema debe estar unida al proyecto de tren de cercanías.

“Lograríamos tres objetivos: desplazar por vía férrea los residuos sólidos hasta La Pradera; tener tren para pasajeros y carga para los municipios del norte del Valle de Aburrá, y llegar hasta Puerto Berrío. Esto posibilitaría sacar las mercancías que se produzcan en el área metropolitana, con la recuperación proyectada de la navegabilidad del río Magdalena”, anotó.

Por su parte el concejal Bernardo Alejandro Guerra, considera que llevar los residuos de la ciudad y de otros sectores del área metropolitana y “municipios anexos a Barbosa —donde el mayor peso lo aporta Medellín— desmontarlo ahí y volverlo a trasladar a La Pradera sería una chambonada”, señaló.

Por eso es partidario de que se encuentre un lote cercano al río Medellín para contar con la posibilidad del traslado por vía férrea de los residuos.

Cierre de El Guacal

Según Hurtado, se estima que Medellín tiene asegurada la disposición de residuos sólidos en La Pradera hasta el año 2034, aunque reconoció que la proyección se afecta con el cierre del relleno El Guacal, en San Antonio de Prado. De 15.000 toneladas semanales de desechos que se disponían, hoy se están recibiendo 19.000, con los que debían llegar a El Guacal.

“El Guacal se debe cerrar definitivamente; está ubicado en una estrella fluvial y está contaminando las quebradas de Heliconia y la quebrada Doña María, el afluente más grande del acueducto de San Antonio de Prado”, señaló el concejal Carlos Mario Uribe.

Planta de lixiviados

Al margen de la controversia por la ubicación de la planta de transferencias, el gerente de Emvarias anunció que el 30 de diciembre se entregará la planta de lixiviados en La Pradera. La inversión de 24.000 millones de pesos permitirá el manejo adecuado de los líquidos producto de la descomposición de los residuos orgánicos, lo que a su juicio convertirá a Medellín en referente en el país.

Cabe anotar que Emvarias debió cancelar una multa cercana a los 2.000 millones de pesos, impuesta por Corantioquia por el vertimiento de lixiviados al río Aburrá, en La Pradera. No obstante, la empresa sigue también un proceso jurídico en contra de la decisiónde la autoridad ambiental.

19.000

toneladas de residuos sólidos están llegando semanalmente a La Pradera.