Hasta ‘formales’ resultaron los delincuentes que se metieron a robar en la casa cural de la iglesia San Pablo Apóstol, en el barrio París, de Bello.
“Tranquila, mi amor, yo incluso hablo con el padre, no se preocupe que nada va a pasar”, eso fue lo que le dijo vía telefónica el ‘patrón’ de los dos delincuentes que ingresaron al lugar a la empleada de servicio de la casa cural, que era la única que se encontraba allí en ese momento.
En 20 minutos los sujetos cargaron con un aproximado de 15 millones de pesos en efectivo, dinero que iba a ser usado para hacer arreglos en el templo. Con este son 3 los robos perpetrados en iglesias y casas curales del Valle de Aburrá en solo 13 días.
Este último atraco ocurrió alrededor de las 10:40 de la mañana del pasado miércoles, único día de la semana en el que la secretaria de la parroquia no da despacho y en el que la sacristana no asiste. El padre tampoco estaba. Había salido a hacer diligencias.
Los sujetos tocaron la puerta con mucha fuerza, por eso la mujer, que normalmente no abre, fue a mirar si se trataba de alguna emergencia. Preguntaron por la secretaria y cuando explicó que solamente estaba ella, empujaron la puerta, la hicieron sentar y, muy educados, le dieron esta explicación: “acá dejaron una cajita blanca, que es muy visible, pero es del patrón mío y es algo muy delicado. Nosotros somos los que cuidamos este sector, entonces voy a hacer una inspección por la casa con usted, para que vea que no va a pasar nada, solo necesito esa caja”.
Cuando llegaron al cuarto del padre, se olvidaron de la supuesta cajita al ver una caja fuerte y el dinero: la menuda de las ofrendas organizado en bolsas de leche y en bolsas de tela, y los billetes. De inmediato se organizaron, uno empezó a recabar el dinero, mientras el otro se fue a la parte de atrás de la casa con la mujer y trató de tranquilizarla. “Tranquila, monita, no te preocupés, ¿qué me contás”, le decía.
Veinticuatro horas después, la mujer, que tiene 44 años y lleva 3 años trabajando en la casa cural, aún estaba muy asustada. Cuando los ladrones iban de salida, ya no fueron tan formales. “No vayás a hacer nada. No te busqués problemas que no has tenido”, le dijeron.
Otros casos
El pasado fin de semana se había presentado otro asalto, que se registró en la parroquia Santa Mónica, en el sector de Buenos Aires, cuando 3 delincuentes irrumpieron armados y atracaron a un grupo de catequistas que se reunía para la preparación de primeras comuniones.
Ya adentro, amedrentaron a los que se encontraban allí y procedieron a hurtarles en total 12 celulares, de diferentes marcas y que las autoridades avaluaron posteriormente en 1.600.000 pesos, también se robaron un computador portátil, pero no se quedaron solo con ese botín.
Amenazando a las 10 personas, entre catequistas y seminaristas, ingresaron a una habitación de la iglesia y se apropiaron de 4.100.000 pesos en efectivo, que eran parte, según el informe, de unos ahorros del templo.
El pasado 10 de julio, el padre Carlos Adolfo Granada fue víctima de delincuentes que, además del hurto que cometieron en la casa cural de la parroquia Jesús el Buen Pastor, de Aranjuez, le dieron una dosis de escopolamina que lo dejó inconsciente.