Poco antes de las 4:00 p.m. un taxi llegó hasta la carrera 93 con calle 49BB y desde el vehículo dispararon varias armas de fuego. En una esquina, el niño Juan José Pérez, de 13 años, junto con su abuela María Esneda, de 55, y otro joven identificado como Mateo, de 22 años, también integrante de la familia, intentaron resguardarse de las balas en un callejón, pero los desconocidos arrojaron una granada que detonó cerca de ellos.
La comunidad auxilió a los heridos y, en carros particulares, los trasladó hasta la Unidad Intermedia de Metrosalud en San Javier. Sin embargo, Juan José no sobrevivió.
Hasta el cierre de esta edición, María Esneda y Mateo continuaban hospitalizados.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, responsabilizó del atentado a los integrantes de la banda “la Agonía”, que delinque en la comuna 13 de la ciudad.
Según el mandatario, los hombres del taxi eran miembros de la banda que llegaron hasta el barrio La Pradera buscando a integrantes de la banda “el Coco”, que en los últimos días se aliaron con “la Divisa”, para controlar una porción mayor de territorio.
“Una vez más han ido demasiado lejos estos desgraciados (...) hasta que no los acabemos no van a descansar”, dijo el alcalde, al asegurar que los enfrentamientos entre estas bandas criminales fueron ordenados hace varios meses desde las cárceles.
El general Óscar Gómez Heredia, comandante de la Policía Metropolitana, aseguró que los delincuentes abrieron fuego porque se encontraron con dos integrantes de otra banda delincuencial.
“Ellos se terminaron escabullendo por un callejón. Los otros lanzan el artefacto explosivo, pero allí estaban las tres personas que resultaron afectadas”, dijo.