Ángel David no pudo contener el llanto. La emoción se le derramó por sus mejillas rosadas cuando escuchó que sus compañeritos de clase cantaron, por primera vez en sus ocho años de vida, la canción del cumpleaños feliz. Sus amigos, profesoras y vecinas le habían comprado una torta y una gaseosa.
La emotiva celebración ocurrió en el corregimiento de Sevilla del municipio de Ebéjico (Occidente de Antioquia). El niño de ocho años entró al salón de clases y se encontró con la sorpresa.
“Cumpleaños a ti, cumpleaños feliz. Qué los cumplas feliz y que los vuelvas a cumplir”, entonaban los pequeños del salón de clases de la Institución Educativa Presbítero Gabriel Yepes Yepes. Ángel David, mientras tanto, lloraba porque era la primera que le celebraban el cumpleaños.
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Sus amiguitos adornaron el salón del grado segundo con globos, un mantel de colores y algunos bombones para compartir. La torta estaba decorada con temática de su programa de televisión preferido: Paw Patrol. La gaseosa era de manzana.
Eso sí, antes de compartir los aperitivos, todos los compañeritos de clases se fundieron en un único abrazo alrededor de Ángel David.
