“Somos de la Oficina”, “los de la vuelta”, “los de la vigilancia” o “los de la Sijín”. Con estos cuentos chinos delincuentes comunes están cometiendo robos en las calles del Valle de Aburrá. En las últimas semanas se han conocido dos casos en los que las víctimas son interceptadas por ladrones que, sin mostrar un arma de fuego, las intimidan para quitarles las pertenencias.
El más reciente se hizo viral el 29 de agosto, cuando un hombre que se movilizaba en su carro fue detenido por dos desconocidos en el barrio La Capilla, de Itagüí. Se identificaron como integrantes de “la Oficina de Envigado”, los cuales estaban prestando vigilancia en la zona.
Aunque no le mostraron ninguna pistola, la víctima entró en pánico, les entregó su identificación y el celular. Ya entrados en gastos, se lo llevaron a un centro comercial de Sabaneta, donde le vaciaron la cuenta de ahorros.
Uno de los sospechosos fue detenido por la Policía el pasado 2 de septiembre, en el municipio de Caldas, cuando al parecer montaba la misma farsa con otra persona.
Una situación similar se presentó el 13 de agosto cerca de la estación Madera del metro, en Bello. “Yo estaba con un amigo en el carro y nos cayeron unos manes en una moto. Dijeron que eran los de la seguridad, de los de la vuelta de Las Cabañas”, le narró a EL COLOMBIANO uno de los testigos.
Los de la moto dijeron que su patrón los había enviado, porque vio ese vehículo sospechoso, “y que para no tener problemas nos iban a hacer una requisa, porque ya habían encontrado gente con droga y billetes falsos”.
Aunque los embaucadores no mostraron armas, constantemente decían que “tenían la ‘máquina’ montada. Uno de ellos se mostraba como el pillo que amenazaba, y el otro como el mediador, pero todo es puro cuento y así es como roban”, relató el ciudadano, quien grabó parte de la conversación.
En la grabación se observa al delincuente pidiéndole al conductor que le dé la clave para desbloquear el celular. Los del carro se envalentonaron y pisaron el acelerador, dejando a los farsantes atrás.
“Marca registrada”
Expertos de la Policía le explicaron a este diario que esa es una modalidad propia de la delincuencia común, que utiliza las “marcas registradas” de grupos criminales que generan temor en la comunidad, para montar un engaño a punta de amenazas.
Así, se han presentado casos en los que fingen ser de “la Oficina”, “las Águilas Negras”, “los Rastrojos”, “Clan del Golfo”, “las disidencias de las Farc”, “la Terraza” y el Eln, entre otros.
Los robos de este tipo son de dos modalidades: telefónica, cuando desde la cárcel llaman a intimidar personas al azar, diciéndoles que las tienen vigiladas y que deben consignar dinero para un “impuesto de guerra”. En esta estrategia delictiva también se configuran los delitos de extorsión y estafa.
La otra modalidad ocurre en las calles, cuando abordan a los ciudadanos con las historias citadas. En algunas ocasiones aducen ser policías vestidos de civil, que están investigando un robo que acaba de ocurrir y que “el ladrón es parecido a usted”.
Estos casos son frecuentes en cercanías a entidades bancarias, centros comerciales y universidades. “A eso se le conoce como ‘control’, cuando el delincuente intimida a la víctima a punta de palabras, sin usar armas y jugando con su miedo. Se aprovechan de personas que van solas o están en sitios desolados. En algunas ocasiones montan retenes ilegales en vías y usan armas de fogueo”, precisó uno de los investigadores.
Cuando exigen las contraseñas de los celulares, “es para desbloquearlos y hacer transacciones por medio de las aplicaciones bancarias”, agregó el experto.
En el contexto de Medellín, según el Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia (Sisc) de la Alcaldía, en 2021 (con corte a septiembre 10) se han documentado 14.435 hurtos a personas, 25% más que en el mismo periodo de 2020 (11.522), cuando la pandemia redujo las interacciones sociales. De esos hechos, la mayoría ocurrieron en la mañana (3.947); por comunas, las más afectadas fueron La Candelaria (3.998), El Poblado (1.857) y Laureles (1.515).
En cuanto a la modalidad de “engaño”, como las documentadas en este artículo, se presentaron 242 denuncias, mientras que en 2020 iban 209 a esta fecha.
En respuesta a EL COLOMBIANO, la Sijín recomendó a los ciudadanos no detenerse en la calle con extraños y no aceptar peticiones como “venga acompáñenos” o “muéstrame su celular”. Frente a los riesgos, es mejor parecer antipático que pecar de ingenuo. Otro consejo es pedir ayuda a vigilantes de entidades bancarias, en especial cuando los delincuentes lo traman para ir a retirar dinero.
Y si no se pudo evitar el robo, la petición de la Sijín es recordar la mayor cantidad de detalles sobre los asaltantes, claves en las investigaciones judiciales venideras
25%
aumentaron los hurtos a personas en Medellín, entre 2020 y 2021, según el Sisc.