La alborada está encima y las campañas contra la pólvora no aparecieron en Medellín

Pese a que Medellín aporta históricamente 40% de los lesionados con pólvora en Antioquia, la Alcaldía no evidencia estrategias para hacerle frente al problema.

En cuatro días será la alborada y en barrios y comunas no se conocen campañas preventivas. FOTO jaime pérez

Juan Felipe Zuleta Valencia

26 de noviembre de 2022

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Los voladores, los tacos y hasta globos cargados con pirotecnia llevan semanas estallando todos los días en barrios y municipios.

Hasta hace dos semanas Antioquia registraba 38 casos de quemados por pólvora, 16 de estos en el Valle de Aburrá. Eso sin tener en cuenta el subregistro. Y, mientras tanto, las campañas de las administraciones para hacer pedagogía y enfrentar este grave problema de salud pública brillan por su ausencia.

De todos, el caso más crítico es el de Medellín. Aunque la ciudad aporta históricamente entre el 38% y el 40% de los casos de quemados que registra Antioquia en las críticas semanas entre el 30 de noviembre y el segundo fin de semana de enero, esta es la hora en la que la Alcaldía no ha socializado ninguna campaña de prevención, pedagógica o sancionatoria.

Lo único que puede encontrarse de la Alcaldía hasta ahora es un video sobre las afectaciones que padecen los animales por cuenta de los estallidos y una imagen con el lema: “Donde hay pólvora, digo: ¡no fuego!”.

Consultamos con la Alcaldía de Medellín para que precisara en detalle en qué consistiría la campaña contra el uso de pólvora y que detallara qué tipo de acciones y actividades adelantaría, sobre todo de manera física, en barrios y territorios. Sin embargo, su oficina de prensa respondió que no podían entregar la información y que en los próximos días lo anunciarían, lo que deja en evidencia que no contemplaron a lo largo de este año acciones preventivas frente a este fenómeno.

En otros municipios del Aburrá las acciones son tímidas. La Alcaldía de Barbosa, por ejemplo, informó que vía decreto prohibió la fabricación, comercialización y uso de pólvora. Envigado, por su parte, anunció que a la par de las novenas navideñas en los barrios tendrán cuadrillas de gestores de convivencia recorriendo barrios y puntos críticos de quema de pólvora. También anunciaron un pequeño aumento en pie de fuerza para controles nocturnos que permitan encontrar expendios y hacer los respectivos decomisos.

Entre todas las administraciones, la única que evidencia una campaña preventiva desde hace meses es la Gobernación de Antioquia que desde mayo empezó a formar a 2.200 niños para acreditarlos como divulgadores entre sus amigos, familiares y compañeros de los peligros del uso de pólvora.

Por lo demás, hace dos semanas la Gobernación comenzó la campaña de prevención Mejor Sin Pólvora en la cual decidieron convertir este año a los taxistas y conductores de buses en replicadores de la pedagogía contra esta problemática.

Según Diego Hernán Montoya, gerente de Coopebombas, los taxistas son un grupo al que particularmente le ha tocado vivir de cerca este problema al tener que transportar cada año a niños y adultos quemados de gravedad.

Pero la percepción es que, en general, las campañas siguen careciendo de eficacia y figurando tardíamente. La conclusión que entregó Jairo Hernández, subdirector de Salud Ambiental del Ministerio de Salud, tras entregar en enero pasado las devastadoras cifras de la temporada decembrina 2021, es que el aumento en la cifra de quemados (en Antioquia fue del 55 % frente a 2020) refleja la urgencia de intensificar la pedagogía y construir mejores estrategias para la regulación de la pólvora.

Pero esto no ha ocurrido, por lo que en los hospitales como el San Vicente Fundación se preparan para lo que será, seguramente, otra temporada navideña cargada de emergencias e historias lamentables en el pabellón de quemados. Según Meisser López, líder de la Unidad de Quemados de San Vicente, aunque las campañas mitigan un poco los estragos que causan entre la población el uso de pólvora, las cifras de los últimos tres años dejan claro que la pelea se sigue perdiendo.